En su escrito, Príncipe, que actúa como representante de la Asociación en defensa de Vigo (ADEVIGO), asegura que existen «necesidades más apremiantes en la ciudad que hacer obras en la sede de tan potente entidad mercantil» y recuerda que el Celta presentó unos beneficios de 15 millones de euros en el último ejercicio. El exregidor también insta al Concello a actuar de conformidad con el convenio suscrito con el club y revisar las cláusulas de contenido económico.
ADEVIGO se reserva la opción de denunciar el acuerdo ante el Juzgado de Instrucción de Vigo por si «pudiera ser constitutivo de un delito de prevaricación y de otro de malversación de caudales públicos», ya que considera que las obras no están debidamente justificadas. Esgrime que en la cláusula quinta del convenio aprobado el 25 de mayo de 1992 se fija que al Celta le corresponde ejecutar las obras «necesarias para el normal uso de las instalaciones», mientras que corresponden al Concello «las obras de carácter extraordinario que afecten a la estructura, así como las nuevas construcciones que se realicen».
Príncipe defiende que las obras que se acometieron en Río en 2015, correspondientes a la consolidación de la estructura, sí que entran dentro de las competencias del Concello, pero no las que se pretenden realizar en el futuro y que ahora mismo se encuentran en fase de licitación.
Por otro lado, ADEVIGO recuerda que el presidente del Celta, Carlos Mouriño, se encuentra negociando la venta del club a un grupo empresarial extranjero y pide al Concello que ejecute la cláusula tercera de salvaguarda que se incluye en la renovación del convenio firmada en 2009 por la que el consistorio vigués podría negarle el uso de la instalación pública de Balaídos a la entidad celeste si se produce una alteración sustancial de los titulares de los poderes de control de la gestión del club.
Príncipe considera que las obras en Río son una «inversión de futuro» -lo argumenta esgrimiendo el informe del ingeniero Jerónimo Centrón realizado en agosto de 2016- y que por tanto «se están regalando a los inversores extranjeros que vengan más de 6 millones de euros de las arcas municipales».