El técnico decidió dar descanso a la mayoría de los titulares tras el esfuerzo realizado en Genk y ante el esquema con dos carrileros profundos del Betis, opto por que su equipo jugase con un rombo en el centro del campo y con dos puntas. Berizzo admite que se equivocó. «Jugamos un primer tiempo malo. El equipo estaba incómodo. El cambio de dibujo no nos ayudó. Y aun así tuvimos la más clara, pero no hubiese sido justo adelantarnos. En la segunda parte, cuando estábamos más acomodados, nos marcaron el gol. Fue una formación inédita que no nos ayudó a jugar bien y eso es culpa del entrenador», explicó.
«Tengo la sensación de que el plan de partido incomodó más de lo que ayudó. Hemos preparado el partido contrarreloj y no nos ayudó cambiar el dibujo», añadió.
Berizzo reconoce que el Celta se ha quedado casi sin opciones de entrar en Europa. «Esta derrota te aleja. La Real ganó. Matemáticamente hay una distancia considerable, pero los partidos hay que jugarlos con mucha intensidad e iremos a donde toque con mucha ilusión de segur ganando. Mientras haya opciones, pelearemos», dijo.
El entrenador argentino no percibió falta de actitud en sus jugadores. «No. Y si la noto no la diré aquí. Es más el querer y no poder. El trámite no resultó cómodo. La gente joven siempre está expectante esperando partidos así. Se sintieron incómodos y no nos reconocimos», comentó.
Por último, se refirió a Bongonda, que falló dos claras ocasiones y recibió pitos de la grada. «Está atravesando un momento de poca confianza. Queda pelear, confiar en uno mismo y aprovechar las oportunidad. No hay un camino mágico para salir de esta situación. Apoyarlo y saldrá de esta», finalizó.