Tal y como está la clasificación a día de hoy, con el Barcelona líder, el Valencia en puestos de Liga de Campeones y el cuadro andaluz en la sexta posición, el séptimo clasificado accedería a la Europa League, un acicate más para los vigueses, que se ven ahora mismo a un punto de ese objetivo.
Poco importa en este sentido lo que pase en el enfrentamiento de este jueves en Mestalla. Pero lo que ocurra en ese partido sí puede afectar al Celta en otro aspecto. Este año la final del torneo del KO se celebra el sábado 21 de abril, coincidiendo con la celebración de la 34ª jornada de Liga. Y el rival del Valencia en esa fecha es el equipo vigués, que vería aplazado su compromiso de ese fin de semana si los chés eliminan al Barcelona.
Según establece el calendario, los duelos aplazados por este motivo se jugarían el 9 de mayo, entre las jornadas 36 (Celta-Deportivo) y 37 (Real Madrid-Celta), justo antes del desenlace liguero.
Así pues, el Celta, que este miércoles recibió una buena noticia con la victoria del Sevilla, se mantiene a la expectativa de lo que suceda en la otra semifinal para saber si su programa previsto se ve alterado o no.
Cábalas para Europa
El reparto de las plazas europeas establece que si el campeón de Copa ya obtiene el billete continental a través de la Liga, el séptimo clasificado cubriría su hueco. Salvo gran sorpresa, si el Barcelona y el Valencia ganan ese torneo, no habría mucha más historia. No obstante, habrá que estar al tanto de cómo evoluciona el Sevilla si resulta vencedor.
Si los andaluces se mantienen entre los seis primeros, tal y como ocurre ahora, el séptimo disputaría la Europa League. Pero si se proclaman campeones ese 21 de abril y caen en la clasificación, el séptimo no disputaría la Europa League. Lo harían el propio cuadro hispalense como vencedor copero y los equipos que acaben en quinta y sexta posición.
También cabe precisar que el acceso a la antigua UEFA como séptimo clasificado de la Liga obligaría a disputar dos rondas previas en un verano en el que se disputa Mundial, un factor que puede condicionar la disponibilidad de efectivos, el descanso de los jugadores y la pretemporada.