En un escueto comunicado, el Celta informa de que activará esta medida en el encuentro que enfrentará este mismo martes al equipo vigués con el Barcelona y que cesará en esta medida cuando Caballero “respete y cumpla los acuerdos alcanzados con el club”.
Entre esos acuerdos estarían “realizar una remodelación del estadio que incluya los servicios, espacios y comodidades para nuestros aficionados que requiere un estadio de primer orden en una liga de primer nivel, otorgar la concesión de Balaídos en las condiciones pactadas y la finalización de la obras en los plazos acordados y respetar el crecimiento del Real Club Celta en el municipio limítrofe de Mos”.
Se da la circunstancia de que Caballero, que no se pierde un partido del Celta en casa, pasará la jornada del martes en Madrid debido a los compromisos que debe atender como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Su último acto en la capital de España está fijado para las 16.00 horas y su agenda del día no incluye la asistencia al estadio para presenciar el partido contra el Barcelona. Así pues, en este primer compromiso en Balaídos tras el anuncio del club no se producirá esta situación incómoda.