Mucho debe mejorar este Celta, mucho tendrá que cambiar el equipo, especialmente en su sistema ofensivo para generar ocasiones, goles y puntos. Jugadores tiene, pero el bagaje en este inicio de campaña es paupérrimo.
En la matinal de este domingo en Mendizorroza cayó noqueado por un Alavés que tan solo necesitó dureza y permisividad del árbitro. Los vascos percutieron desde el minuto en cada cruce. Todo le estaba permitido, se dieron cuenta y aprovecharon para castigar a los Aspas, Rafinha y compañía. Cuando el partido estaba madurado, marcaron y ahí se acabó todo para los vigueses.
El once del Celta presentó novedades en una retaguardia que echó en falta a los habituales. Dos cambios obligados por el estado de salud de Olaza y la sobrecarga de partidos del internacional Araújo. Volvió Juncá a la banda izquierda después de muchos meses y demostró que no es un lateral para este Celta de primera. Jorge Sanz estuvo más acertado.
El Alavés solo tardó tres minutos en generar su primera ocasión clara, con un cabezazo de Joselu a la salida de un córner que pudo atajar Rubén. Respondieron los vigueses con un lanzamiento muy desviado tras libre directo por falta sobre Aspas en la frontal.
Y el tridente celeste apareció a los 11 minutos en un robo de balón y combinación de Denis, Aspas y Mina para que el vigués batiese a Pacheco. El árbitro anuló por fuera de juego y confirmó, después de tres minutos, el archiconocido Munuera Montero desde la sala del VAR.
Los locales plantearon un partido físico, al choque, buscando el contacto en cada control y con excesiva violencia a ojos de todos los presentes, excepto al del trencilla, que decidió poner el listón alto y no mostrar cartulinas, por el momento. Como no podía ser de otra forma, la primera falta del Celta fue amarilla, tan merecida como las cuatro anteriores que se había guardado.
Al margen del aspecto disciplinario, el equipo de Escribá dominaba el encuentro y llegaba con claridad arriba. Aspas perdonó un mano a mano con Pacheco, pero Mina ya era una pesadilla a la espalda de los centrales blanquiazules.
El espectáculo de González González continuó con una tarjeta a Wakaso en la falta menos clara del partido, pero alcanzó el absurdo cuando pitó penalti en un rebote. El VAR lo dejó en evidencia y el partido ya se le había ido de las manos, con continuas grescas en cada jugada por absoluta falta de criterio y autoridad.
La lesión de Hugo Mallo obligó a Escribá a situar a David Costas en el lateral derecho. Lo pasó mal el Celta en el inicio del segundo tiempo y la peor noticia llegó en le primer córner. Al igual que en el inicio del partido, un remate de cabeza a placer, esta vez Magallán, y gol en contra.
El partido ya estaba donde quería el Alavés. Volvió a cargar en cada choque con la permisividad del árbitro y a los vigueses se les puso todo cuesta arriba. Fue querer y no poder. El Celta intentó jugar en un partido en el que los locales estaban comodísimos presionando la salida del balón y aprovechando los continuos errores visitantes. Lucas mató la esperanza de remontanda y el resto se convirtió en desesperación.
A falta de que finalice la jornada, el equipo vigués entra en puestos de descenso y muestra síntomas preocupantes, sobre todo a la hora de generar el caudal ofensivo que se le presupone por nombres.
Alavés: Pacheco; Martín, Magallán, Laguardia, Duarte; Vidal, Manu, Wakaso, Rioja (min.71, Pere Pons); Lucas (min. 90, Guidetti) y Joselu (min.78, Burke).
Celta: Celta: Rubén; Hugo Mallo (min. 45, David Costas), Aidoo, Jorge Sanz, Juncá (min. 78, Sisto); Okay (min.59, Brais Méndez), Lobotka, Rafinha, Denis Suárez; Aspas y Mina.
Goles: 1-0, min. 49: Magallán, de cabeza, a la salida de un córner. 2-0, min. 81: Lucas Pérez fusila a Rubén tras pérdida de balón.
Árbitro: González González (Comité Castellano-Leonés). Mostró cartulinas amarillas a Juncá, Wakaso, Duarte, Manu García, Magallán y Lucas Pérez.
Incidencias: Partido correspondiente a la 10ª jornada de La Liga disputado en el estadio de Mendizorroza ante 16.584 espectadores. Presenciaron el encuentro unos 300 seguidores del Celta.