Y entre medias, un partido que se puede convertir en una molestia para el conjunto catalán: su choque contra el Celta correspondiente a la 36ª jornada. Esa sensación de ‘estorbo’ se acaba de ver acrecentada por el reparto de los horarios de la penúltima ronda de la Champions.
La competición establece que los equipos que jueguen la ida en martes disputarán la vuelta en miércoles, y viceversa. Así pues, el Barcelona ha visto cómo tendrá que afrontar el primer partido en el Camp Nou el miércoles 1 de mayo y el segundo en Anfield el martes 7. Es decir, que tendrá un día menos para preparar el duelo de Balaídos (sábado 4 de mayo, 20.45 horas) y un día menos para recuperarse de él de cara a la vuelta.
Esta situación aumenta las probabilidades de que Valverde dé descanso masivo a sus estrellas y repita un once plagado de suplentes y canteranos. Además, es muy posible que el conjunto culé llegue a ese compromiso con la Liga ya ganada, lo que convertiría el encuentro en intrascendente para los catalanes.
Ninguna de estas circunstancias garantiza nada a los hombres de Fran Escribá, pero sin duda pueden ayudar a obtener un mejor resultado en su lucha por la permanencia. El Huesca, colista, logró arrancar un empate (0-0) a un Barcelona descafeinado. El Celta puede, como mínimo, emular a los aragoneses y seguir sumando de cara a su particular Reconquista.
Horario y días de las semifinales de la #ChampionsMLC pic.twitter.com/tZN3oJLptF
— Miguel Ángel Román (@Miguel_An_Roman) 18 de abril de 2019