LaLiga ha desvelado su lista de nominados al premio al mejor entrenador de la temporada 2024/25, un reconocimiento que destaca el talento táctico y la capacidad de liderazgo en los banquillos de la primera división española. Entre los candidatos figuran nombres de peso como Hansi Flick (FC Barcelona), Ernesto Valverde (Athletic Club), Michel (Girona), Diego Simeone (Atlético de Madrid), José Bordalás (Getafe), Manuel Pellegrini (Real Betis) y Manolo González (RCD Espanyol). Sin embargo, en Vigo, la ausencia de Claudio Giráldez, el joven técnico del Celta, ha generado sorpresa y debate. Bajo su dirección, el equipo celeste ha protagonizado una campaña memorable, asegurando la segunda plaza de la Europa League y devolviendo al club a competiciones continentales tras ocho años de ausencia.
Un elenco de estrategas consagrados
La selección de entrenadores nominados por LaLiga refleja la diversidad de estilos y trayectorias que enriquecen la competición. Hansi Flick, al frente del FC Barcelona, ha revitalizado al conjunto culé con un fútbol dinámico y vertical, respaldado por su experiencia como campeón de la Champions League con el Bayern de Múnich en 2020. Ernesto Valverde, una leyenda en Bilbao, ha consolidado al Athletic Club como un contendiente sólido, tras conquistar la Copa del Rey en 2024 y lograr una meritoria quinta plaza en la liga pasada. Míchel, por su parte, ha transformado al Girona en un equipo competitivo, manteniendo su sello ofensivo y asegurando una plaza europea con un plantel modesto.
Diego Simeone, el eterno líder del Atlético de Madrid, sigue siendo sinónimo de consistencia, con dos títulos de LaLiga y una presencia constante en la élite europea. José Bordalás, fiel a su estilo combativo, ha colocado al Getafe como un club solido en primera división, demostrando su capacidad para maximizar recursos limitados. Manuel Pellegrini, a sus 71 años, ha devuelto al Real Betis a la élite continental con un fútbol atractivo, logrando clasificaciones europeas consecutivas. Finalmente, Manolo González, tras ascender al RCD Espanyol, ha sorprendido con su valentía táctica, asegurando la permanencia y un estilo competitivo en su debut en Primera.
La lista, compuesta por los entrenadores que han sido galardonados como mejores del mes a lo largo de la temporada, subraya la exigencia de LaLiga, donde la regularidad y la innovación son claves para destacar. Sin embargo, en Vigo, la omisión de Claudio Giráldez ha encendido las redes sociales y los debates entre la afición celeste, que considera que los méritos del técnico porriñés son innegables.
El arquitecto del renacer celeste
A sus 37 años, Claudio Giráldez se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada. Procedente de las categorías inferiores del Celta, donde forjó su reputación como un técnico meticuloso, Giráldez asumió el banquillo del primer equipo en la temporada 2023/24, en un momento crítico tras una campaña irregular bajo la dirección de Rafael Benítez. Su llegada marcó un punto de inflexión: con un enfoque basado en el fútbol ofensivo y la confianza en la cantera, logró la permanencia y sentó las bases para un proyecto ambicioso.
En la temporada 2024/25, Giráldez ha llevado al Celta a un nivel inesperado. Desde la primera jornada, el equipo ha competido de igual a igual contra gigantes como el Real Madrid, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, ganándose el respeto de rivales y analistas. Su propuesta táctica, que combina presión alta, transiciones rápidas y un juego asociativo, ha convertido a Balaídos en un fortín y al Celta en uno de los equipos más atractivos de la competición. En la última jornada, los celestes aseguraron la segunda plaza de la Europa League, un hito que devuelve al club a Europa tras ocho años y consolida el proyecto de Giráldez.
El éxito del Celta no se entiende sin la apuesta de Giráldez por la cantera. Jugadores formados en A Madroa, como Hugo Álvarez, Pablo Durán y Damián Rodríguez, han tenido minutos clave, con hasta nueve canteranos participando en partidos cruciales. Este enfoque, combinado con la integración de veteranos como Iago Aspas, ha creado un equilibrio que ha permitido al Celta superar las expectativas. En las redes, la afición celeste no ha tardado en expresar su incredulidad ante la ausencia de Giráldez en las nominaciones, con mensajes que destacan su “pizarra de élite” y su capacidad para “sacar oro de una plantilla joven”.
Vigo reclama su lugar en el foco
La exclusión de Giráldez ha avivado el sentimiento de agravio en Vigo, una ciudad que celebra con orgullo el resurgir de su equipo. “No cuentes con Claudio Giraldez por qué solo hay tres equipos «importantes» para los jefes de La Liga? Avergüenza”, cuestionaba un aficionado en X, reflejando el sentir de una hinchada que ve en el técnico porriñés a un líder capaz de competir con los mejores. Su trabajo ha sido comparado con el de entrenadores como Eduardo Berizzo, quien en 2014 logró un hito similar al debutar con victoria en Primera. La séptima plaza en LaLiga, conquistada con un fútbol valiente y una mayoría de canteranos, refuerza la narrativa de un proyecto “bonito y especial” que ha captado la atención del fútbol europeo.
La ausencia de Giráldez en la lista podría atribuirse al criterio de LaLiga, que prioriza a los entrenadores premiados mensualmente. Sin embargo, su impacto trasciende las estadísticas: ha devuelto la ilusión a una afición que soñaba con volver a Europa y ha situado al Celta como un modelo de gestión sostenible. En un año en que el equipo ha superado adversidades, como jugar con nueve hombres durante 40 minutos en un partido clave, Giráldez ha demostrado una capacidad única para unir a su plantilla y mantener la fe en su filosofía.
Una temporada de entrenadores excepcionales
La nominación de entrenadores como Flick, Valverde, Míchel, Simeone, Bordalás, Pellegrini y González refleja la riqueza táctica de LaLiga, donde conviven estilos tan variados como el fútbol total, la garra defensiva y la apuesta por la juventud. Cada candidato ha dejado su huella: Flick con la resurrección del Barça, Valverde con la estabilidad del Athletic, Míchel con la magia del Girona, Simeone con su inquebrantable competitividad, Bordalás con la resiliencia del Getafe, Pellegrini con la elegancia del Betis y González con la valentía del Espanyol.
Sin embargo, en Vigo, el nombre de Claudio Giráldez resuena con fuerza. Su trabajo, que ha llevado al Celta a la élite europea con un proyecto basado en la cantera y el fútbol ofensivo, merece un lugar en la conversación. Mientras LaLiga celebra a sus mejores estrategas, los vigueses alzan la voz para reivindicar a un técnico que, a sus 37 años, ya ha hecho historia. Cuando el Celta pise los campos de Europa en 2025, Giráldez será el símbolo de una ciudad que no se conforma y sueña en grande.