«Es mi referente aquí e intento aprender al máximo de él. En cuanto salí, ya me acomodó en el campo, no paró de darme instrucciones. Tanto él como Hugo Mallo estuvieron arropándome los 40 minutos y gracias a ellos lo llevé todo mucho mejor, mucho más cómodo. Darles las gracias por cómo me tratan», dijo este martes en sala de prensa sobre su compañero en el eje de la zaga.
Cabral, de hecho, ya se ha convertido en uno de sus ídolos. «Piqué es un jugador que me gusta mucho, por su personalidad y su forma de jugar. Pero desde que conozco a Cabral, la verdad, estoy enamorado de él. Es mi referente por su forma de ser: cómo me mete caña, cómo me apoya… Ahora mismo es en quien me fijo, quien me ayuda y como quiero ser«, aseguró.
Por otra parte, Alende reconoce que cumplió un sueño en el Benito Villamarín. «Fue muy especial, un momento único. Es un sueño que tenía desde pequeño, debutar en Primera. La verdad es que no me esperaba que fuese tan pronto, con 18 años, y en ese partido tan difícil. Se dio la situación y muy contento de haber cumplido un sueño», dijo y asegura que le cogió por sorpresa tener que saltar al terreno de juego: «No me lo esperaba. Estaba calentando y ni vi la expulsión de Jonny. Me llamaron y ahí sí que me puse un poco nervioso al principio, pero una vez salí al campo, los nervios fuera».
Ante el Espanyol podría estrenar titularidad. Él, no obstante, prefiere mantener la mente alejada de esa posible presencia en el once. «No pienso para nada en el fin de semana, estoy entrenando con el primer equipo, aprendiendo de ellos, trabajando. Estoy a disposición tanto del primer equipo como del filial, porque soy jugador del filial. Seguir trabajando, pensar sólo en el entrenamiento de mañana y nada más», comentó.
No obstante, reconoce que sería una gran responsabilidad salir de inicio ante el Espanyol. «Puede ser un poco más de presión en el caso de que juegue. Agradecer a la afición todas las felicitaciones. Si tengo que jugar, jugaré como yo sé, tranquilo. Y si no, seguiré intentando ayudar al equipo. Me da igual una posición que otra. Donde me necesiten intentaré hacerlo lo mejor posible. No me cuesta ni me molesta jugar en una posición que no es la mía. Aprender en todas las posiciones y seguir ganando ritmo en el caso de que me toque jugar», dijo.
Berizzo tuvo unas breves palabras con Alende tras su debut: «No hablé mucho con él. Me dijo que enhorabuena por el debut, que siguiera trabajando, con los pies en el suelo y tiene toda la razón. Es un premio que él me ha dado. Puso su confianza en mí y se lo agradezco».
En el Celta, desde muy niño
A pesar de ser natural de Santiago, Alende lleva muchos años ya en la cantera del Celta y explica que comenzó a jugar en una posición muy distinta a la que ocupa ahora. «De pequeño empecé en el Ciudad de Santiago, pero pronto me fichó el Celta. Me vine para aquí en edad prebenjamín y desde allí hasta ahora. Empecé de delantero, poco a poco fui bajando de posición, en cadete ya era medio y en edad juvenil empecé a jugar de central, me adapté bastante bien, muy cómodo, hasta ahora», explicó.
El central recuerda con cariño aquellos viajes para entrenar en Vigo cuando estaba empezando en la cantera celeste. «El Celta ponía autobús porque éramos bastantes de allí y de Vilagarcía. Nos pasamos los viajes y los días como enanos. Hacías muchos amigos y pasaban los días volando«, señaló.
Alende tiene ficha en el Celta B, con el que no es titular indiscutible. El jugador comprende que todavía no tenga más minutos. «Después de un año de juveniles, el Celta ha decidido que tenga ficha del filial. Cuando empezó la Liga no entré en el equipo, pero es normal. Tengo gente delante con experiencia, muy buenos jugadores. No estoy ni enfadado ni molesto por no entrar. Cuando me necesitó el míster, jugué tranquilo. Muy contento de tener gente tan buena delante de mí, que también es la que hace que no baje los brazos y siga mejorando», finalizó.