Este domingo Berizzo decidió reservar a los titulares y cambiar el dibujo. El Celta se plantó ante el Betis con un rombo en el centro del campo y con dos puntas. Bongonda, acostumbrado a jugar en la banda izquierda, lo hizo en esta ocasión más centrado, compartiendo delantera con John Guidetti.
El propio Berizzo reconoció tras el encuentro que se había equivocado variando el esquema. Y es que la producción ofensiva de los celestes en los primeros minutos fue prácticamente nula. El objetivo era dejar espacio para las carreras en diagonal de Bongonda y que Guidetti se dedicase a bajar balones. Pero el Celta fue incapaz de elaborar y los dos puntas apenas entraron en juego. Guidetti, además, parecía todavía no recuperado de la gripe que le obligó a retirarse del campo en el partido ante el Genk del jueves y Bongonda volvió a evidenciar que no anda sobrado de confianza.
Pero a pesar de que el dominio fue del Betis y de la incapacidad celeste para hilvanar jugadas de ataque, la mejor ocasión de este primer tiempo fue para el Celta. Y la tuvo Bongonda. Fue en el minuto 40. Un fallo garrafal de la zaga del equipo sevillano provocó que el belga se plantase solo ante Adán. Parecía un gol cantado, pero a Bongonda le pudo la presión.
De hecho, si la ocasión no fuese tan franca, quizás el desenlace hubiese sido distinto. Y es que el joven futbolista tuvo tiempo para pensar y para darse cuenta de que no podía fallar, de que había 15.000 almas pendientes de él en ese momento, de que todos los ojos estaban puestos sobre él. Y se bloqueó. Tiró el balón al cuerpo de Adán y desaprovechó una oportunidad inmejorable.
Tras este error, comenzó el juicio en Balaídos. Hasta ese momento, cuando el belga recibía el balón se oían murmullos. Después del minuto 40, estos se convirtieron en decididos silbidos. Pero no por parte de toda la afición. Otro sector de Balaídos respondió a los pitos con aplausos e incluso con cánticos de apoyo al futbolista. Estos últimos aficionados son conscientes de que aumentar la presión sobre Bongonda no le ayudará a recuperar su mejor versión y decidieron mostrarle un poco de cariño.
Lo cierto es que Bongonda ha perdido su chispa. De hecho, hasta parece que ha perdido velocidad. En su rostro y en sus gestos también se puede apreciar su desesperación. Sabe que su rendimiento no es el esperado y esto, lejos de suponer un aliciente para recuperarse, lo hunde un poco más. Un círculo vicioso.
El rendimiento de Bongonda en la segunda parte no fue bueno, a pesar de que le metió un buen pase a Guidetti que el sueco no supo aprovechar al principio de la misma. En el 71, con el Celta perdiendo 0-1, volvió a fallar otra ocasión bastante clara. Esta vez le quedó el balón franco en el área tras un lanzamiento de córner. Se volvió a topar con Adán.
Eduardo Berizzo se refirió a la crisis de fe de su pupilo en la rueda de prensa posterior al choque. El técnico cree que todos deben apoyar a Bongonda para que recupere su mejor nivel. «Está atravesando un momento de poca confianza. Queda pelear, confiar en uno mismo y aprovechar las oportunidades. No hay camino mágico para salir de esta situación. Hay que apoyarlo y saldrá de esta», dijo el entrenador.
Está claro que Pione Sisto, clave en la eliminatoria ante el Genk, le ha ganado el puesto. Pero quedan por delante un puñado de partidos de Liga intrascendentes en los que el belga puede tener nuevas oportunidades. Y no debe desaprovecharlas.