Este miércoles se celebró el Día das letras galegas y el Celta quiso rendir tributo al idioma de Galicia. Por este motivo, los jugadores saltaron al campo con camisetas que homenajeaban a distintos escritores gallegos y la megafonía de Balaídos, además del himno del Celta, también emitió el himno gallego.
En las gradas se encontraban alrededor de un millar de aficionados madridistas en la zona reservada para la hinchada visitante. Estos seguidores, además de pitar el himno del Celta, tampoco respetaron el himno gallego, ya que continuaron con sus cánticos habituales mientras este sonaba, en un ejercicio de total carencia del ‘señorío’ del que presume el Real Madrid.
Los ánimos estaban crispados en Balaídos. El partido ya llegaba caldeado y las decisiones de Martínez Munuera terminaron de desatar la indignación. La incomprensible expulsión de Iago Aspas, sumada a la amarilla que no recibió Cristiano Ronaldo segundos después, provocaron que la afición explotase.
Mientras tanto, la afición del Madrid celebraba los goles de su equipo, que prácticamente le dan el título de Liga. Los seguidores blancos también se acordaron de Abel Caballero y cantaron durante el encuentro «que bote el alcalde».