Cardoso, de 46 años, admite tener un «vínculo emocional muy grande» con Vigo y asegura que «estar en Galicia para mí es como estar casi en casa». El técnico rememoró su infancia y las visitas que realizaba a la ciudad con sus padres. «Me acuerdo muy bien cuando era pequeño y venía a Vigo con mis padres para hacer compras, el bacalao, el arroz, los bombones…», dijo Cardoso, que explicó como ya en Tui, en el puesto fronterizo, «nos paraba la policía para ver lo que llevábamos».
Sus visitas a Vigo no se limitaron a su infancia, también conoció la noche viguesa a finales de los ochenta y principios de los noventa. «Cuando era adolescente venía de copas a Vigo. Algo que ahora no es fácil y tampoco hay voluntad porque hay que cuidarse un poco más», bromeó el entrenador.
Miguel Cardoso realizó su comparecencia en un muy correcto castellano, aunque también utilizó el portugués, ya que se desplazaron a Vigo un buen número de medios lusos, e incluso el inglés. A sus conocimientos lingüisticos hay que añadir también el francés, idioma que utilizó en su anterior aventura en los banquillos en el Nantes.
Por otro lado, Cardoso es un auténtico erudito del fútbol y tiene fama de meticuloso. Fue el primero de su promoción en su curso entrenador y es licenciado en Ciencias del Deporte por la Universidad de Oporto, título que le sirvió para ejercer como profesor de Educación Física antes de dedicarse por entero al mundo del fútbol.
Sus amplios conocimientos le han servido para construirse una carrera amplia y con muchas facetas, que comenzó en la cantera del Oporto. Después, fue segundo técnico en varios clubes -entre ellos, el Sporting de Lisboa y el Deportivo- y coordinador de la cantera del Shakhtar Donetsk. hasta convertirse en ayudante de Paulo Fonseca, puesto que desempeñaba cuando el equipo ucraniano se midió al Celta en la Liga Europa hace un par de temporadas. Su experiencia como primer entrenador es corta, pero intensa. Tras hacer historia como el modesto Rio Ave, al que llevó a la Liga Europa, dio el salto al Nantes. Allí no tuvo mucha suerte y fue destituido tras solo ocho partidos de Liga.
Como sucede con cualquier técnico portugués, las comparaciones con José Mouriho son inevitables. Cardoso, este martes, expresó su respeto hacia su compatriota, con el que coincidió en su periplo como técnico de cantera en el Oporto, pero no quiso ponerse a su nivel. «Si un día llego a tener un palmarés como el suyo… Para mí es una referencia. Coincidí con él cuando yo trabajaba en el B del Oporto y fue un privilegio muy grande. Mourinho es Mourinho y no hay nadie que pueda ser como él. Ha marcado un espacio para los entrenadores portugueses en el fútbol europeo», explicó.