El técnico cree que su plan se cumplió a la perfección. «La intención era jugar como habitualmente lo solemos hacer. Ser fieles a nuestra idea y después utilizar con inteligencia el balón. El partido tuvo circunstancias excepcionales que cayeron de nuestro lado. En los momentos puntuales, la pericia cayó de nuestro lado. El 3-0 hizo nuestro el partido», dijo.
Berizzo también aseguró que «el plan táctico del partido sucedió como esprábamos. La presión funcionó. El esfuerzo colectivo del equipo fue muy bueno, la presión de nuestros atacantes y medios impidió que se sintiesen cómodos. Me queda la sensación de que los futbolistas han desplegado la idea sintiéndose fieles al estilo. Ganar de esta manera tiene un reconocimiento para ellos».
El entrenador agradeció la contundencia de su equipo: «El Barça pudo meterse en el partido muchas veces. Nosotros también tuvimos muchas más. Hoy somos los ganadores, pero lo que se reafirma es que hay una manera de jugar al fútbol que acaba premiándote. Hoy nos ha premiado a nosotros y al Barça lo premia casi siempre».
No obstante, Berizzo no quiere lanzar las campanas al vuelo todavía y no compara a este equipo con el Celta de los años dorados. «Es demasiado pronto. Cuando ganas estos partidos existe euforia. Solo van cinco jornadas y nuestros objetivos siguen siendo los mismos. Debemos rescatar la enseñanza de que podemos jugar así contra el mejor equipo del mundo. Nos queda mucho camino por delante. Estoy muy contento por los jugadores. El equipo volvió a mostrar un corazón, un alma que nos hizo volar sobre el campo».
Por último, restó trascendencia a los pitos de hace diez días ante Las Palmas y se queda con los aplausos de este miércoles. «El aficionado cuando ve algo que le agrada lo manifiesta, cuando le desagrada, también. Veo una grada conectada con el equipo. Todos debemos saber que un equipo juega mejor cuando su afición está conectada con él y esperemos que este puente continúe», finalizó.