El técnico compareció muy sonriente en rueda de prensa y tiró de ironía cuando le preguntaron por qué el Celta no sabe cerrar los partidos. «Somos más divertidos, siempre levantamos a la gente de la butaca», dijo y reconoció que «Entre el 3-1 y el 3-2 la administración del juego fue mala. El gol los mete en el partido por unas ‘desinteligencias’, después los metemos nosotros en el partido. El juego aéreo se vuelve sucio, te llenas de nervios y te pasa lo que te pasa. Por suerte metimos el cuarto, la sensación era de 3-3. Generamos mucho peligro, pero no supimos cerrar el partido», explicó.
A pesar de estos fallos puntuales, Berizzo asegura que «jugamos bien, recuperamos nuestra manera de atacar. Encontramos profundidad, asociaciones. En la segunda parte, ellos acumularon gente en ataque, los cambios obedecían a solucionar esa situación. Lo importante es que teníamos que cortar las derrotas sucesivas, lo logramos no sin sufrimiento».
Berizzo explicó que decidió sustituir a Guidetti porque «venía de un partido de una hora». Por otro lado, reconoció que «quería ver la sociedad entre Aspas y John y Iago encontró en la banda derecha su pequeño mundo de asociación con John. Los movimientos de ataque tienen que ser a lugares donde no te esperan, Iago penetró muy bien, hizo daño, tanto en banda como atacante».
Por último, se refirió al mal estado del terreno de juego de Balaídos, aunque no quiso utilizarlo como excusa. «No es fácil jugar en un campo como el que tenemos, es un arte, necesitas tres controles, el fútbol se vuelve lento. El campo no es excusa, no es el culpable de todo, pero mucho no ayuda. Este campo castiga, está muy blando», finalizó.