Ese juego consuela al Toto a pesar de los sustos: “El partido fue uno hasta el minuto 83 y otro diferente en los últimos siete minutos. Creo que éstos no empañan una gran actuación. Yo conté cinco ocasiones en la primera parte y seis en la segunda. Se genera el nervio característico de estas situaciones pero los últimos siete minutos no se corresponden con los otros 83”, defendió.
El técnico celebró que el Celta fuese capaz de doblegar a un equipo “rocoso y muy organizado” como el Eibar y haber podido superarle en la clasificación: “Controlamos a un equipo que iba por delante de nosotros y que ocupaba una posición que pretendíamos. Lo hemos superado y lo hemos hecho con fútbol”.
La clave, para Berizzo, radicó en el buen juego partiendo desde el centro del campo y en su conexión con los jugadores de ataque: “Wass y Pablo Hernández movieron el balón muy bien y suministraron balones a nuestros atacantes. Y cuando ellos entrelazan pases, se asocian y corren son capaces de perforar a cualquier defensa”, señaló.
Sobre la jugada en la que Cabral debió ser expulsado por el penalti cometido sobre Borja Bastón, el técnico celeste evitó pronunciarse: “Generalmente no opino de decisiones arbitrales cuando me perjudican y tampoco cuando me benefician. No sé lo que ocurrió, la televisión lo aclarará”, zanjó.
Además, el Toto alabó actuaciones individuales como la de Bongonda y reveló que Sergi Gómez completó el partido con ciertas molestias después de dislocarse el hombro y poder ponérselo en su sitio posteriormente. Igualmente, se alegró por el regreso de Nolito, que “sumó minutos” y a partir de ahora debe “encontrar su forma y su ritmo”.
Finalmente, admitió que el césped nuevo estaba “demasiado blando”, quizás porque las lluvias “han afectado a su apoyo, a su arraigo” y por eso “se vuelve inestable”. Con todo, Berizzo mantuvo que “la pelota fluye muy rápido y eso siempre nos va a favorecer”.