Apenas concede entrevistas y últimamente da pocas ruedas de presa. Si cabe por eso cada palabra de Eduardo Berizzo es escuchada con más atención que antes, cuando sus comparecencias en Vigo ya eran veneradas por muchos seguidores del Celta, e incluso motivaban a sus propios jugadores. Quizás esa escasa exposición pública le ha hecho aceptar una charla en profundidad con el diario argentino La Nación, que le ha sometido a un cuestionario de cien preguntas.
A través de él, el Toto repasa toda su vida, tanto desde un punto de vista personal –su familia y su cáncer- como desde una perspectiva profesional –desde sus inicios a la actualidad-. Y por supuesto el Celta ocupa un lugar importante en esa retrospectiva. El técnico austral reconoce que desea volver a sentarse en el banquillo local de Balaídos y abrir así una tercera etapa en el club vigués, tras su estreno como jugador y su posterior paso como entrenador.
“He pasado casi 9 años de mi vida allí, entre las dos etapas, y espero contar con otra más en algún momento”, confiesa el Berizzo al periodista Diego Borinsky, que periódicamente publica un artículo con cien preguntas a una personalidad futbolística de su país. Lo que impulsa sobre todas las cosas al Toto a regresar es el deseo de dotar al Celta de ese ansiado título, ese trofeo que estuvo cerca en 2017, año en el que se alcanzaron las semifinales de la Copa del Rey y de la Europa League.
“Todos necesitamos ganar y me hubiera encantado haber terminado con un título en Celta, pero en todo caso es un motor que me moverá siempre a regresar para darle un título a esa gente. Dárnoslo a todos, en realidad”, explica el entrenador argentino, que recuerda que “faltó muy poquito” para levantar ese título. Además, tal y como destaca, todo se consiguió “jugando a la manera que pretendíamos, eso fue lo más valioso”. “Si pudiese medirse cuánta influencia tiene el entrenador en su equipo, ese Celta fue donde más desarrollo tuvo mi idea, junto a O’Higgins”, añade.
Estas palabras cobran si cabe especial relevancia ante el mal momento que atraviesa el equipo vigués, sin rumbo desde que se marchó Berizzo. En dos años y medio han pasado por Vigo cinco entrenadores, que no sólo no han conseguido enganchar de la misma manera al público y a la plantilla sino que apenas han logrado resultados satisfactorios.
“En Vigo tengo amigos, suelo ir a visitarlos, es un sitio que me gusta mucho y donde me siento muy respetado y querido”, explica en la entrevista. Eso sí, el Toto no dice que desee iniciar esa tercera etapa necesariamente a corto plazo, ya que actualmente está dirigiendo a la selección de Paraguay y tiene contrato hasta el Mundial de Catar, que se disputa en 2022.