Ganó el Celta al Athletic de forma merecida. Puso más ganas, más ocasiones y más fútbol. Le falta gol al equipo vigués, le sigue faltando, pero por fin llegó el primer tanto de Aspas, que sirvió para sumar tres puntos, dar continuidad a Escribá y esperanza a la afición.
Porque el Celta supo jugar ante un conjunto difícil, que no puso las cosas fáciles, pero que tampoco hizo ocasiones. Estuvo bien el equipo celeste en defensa, como hasta ahora, y no lo hizo mal en ataque, aunque debe mejorar mucho y buscar un sitio para que Rafinha, todavía desubicado, se convierta en el timonel que necesita.
Escribá puso en liza su teórico once titular, con Okay de nuevo como pivote y Rafinha recuperando el puesto que perdió en el naufragio de Eibar. Y solo 30 segundos tardó Aspas en confirmar que estaba cegado cara a portería. Recuperación de Okay, Olaza en largo para la carrera de Denis y su centro medido es rematado de cabeza por el moañés. Fuera por apenas diez centímetros.
Le costó al Celta tomarle el puso al choque ante un Athletic Club que salió enchufado. Dominaron los vascos la parcela ancha, sin fisuras en ataque y pisando área, pero los vigueses amenazaron a la contra. Y así pudo marcar Aspas de nuevo, pero esta vez Íñigo Martínez taponó de una forma irreal un disparo que era gol.
El equipo celeste pasó por sus mejores momentos. Controló la parcela ancha, tuvo acierto a la hora de sacar el balón desde atrás ante la presión bilbaína y se fue arriba con decisión, pero le faltó ese último pase, ese último remate con acierto. A estas alturas, el Athletic ya se hartaba de dar patadas a diestro y siniestro, recibió dos tarjetas, debieron ser el doble.
Mina falló otra clara antes del descanso y confirmó la teoría de que el gafe no es solo de Aspas. En el inicio del segundo tiempo, el Celta puso cerco a la portería de Simón, aunque de nuevo sin fortuna.
Las imprecisiones se apoderaron del choque durante gran parte del partido, sin nadie que bajase al balón con algún argumento válido para ordenar el rumbo que debía tomar su equipo. Okay estaba poco preciso, Lobotka voluntarioso y sin acierto, Rafinha desaparecido… era necesario un cambio y Escribá optó por Brais en sustitución del brasileño.
Y el cambio surtió efecto. En un minuto, dos claras ocasiones, con gol de Aspas tras revisión del VAR. El moañés regresa, como no, cuando más falta le hace a su equipo. Esta vez con su socio Brais, que en cinco minutos volvió loco a todo el Athletic por la banda izquierda.
Garitano movió ficha para dar entrada a Larrazábal y Aduriz. Quedaban diez minutos y el Celta se afanó en tener posesión de balón para alejar de su marco a los vascos, que apenas habían llegado a portería en todo el encuentro.
Los celestes mostraron carácter para no pasar apuros, se agarraron al esférico, llevaron al Athletic contra su área y el peligro apenas rondó a Rubén Blanco. El empate hubiera sido muy injusto, los méritos habían sido claramente de los locales, que conjuran así el riesgo que corría su entrenador y de paso acaban con el mal fario de Iago Aspas, quizás la mejor noticia.
Celta: Celta: Rubén; Hugo Mallo, Aidoo, Néstor Araújo, Olaza; Okay, Lobotka (min.82, Pape), Rafinha (min.71, Brais Méndez), Denis Suárez (min.87, Beltrán); Aspas y Mina.
Athletic: Simón; Capa, Íñigo Martínez, Yeray, Balenziaga; Dani García, Vesga (min. 80, Larrazábal), De Marcos (min.65, Sancet), Muniain (min. 80, Aduriz); Williams y Raúl García.
Goles: 1-0, min. 72: Aspas remacha a la red en el segundo palo un saque de esquina rematado por Mina.
Árbitro: Medié Jiménez (Colegio Catalán). Mostró cartulinas amarillas a Balenziaga, Raúl García, Yeray, Íñigo Martínez y Capa.
Incidencias: Partido correspondiente a la 8ª jornada de La Liga disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante 19.690 espectadores.