Una segunda parte sin control de ningún tipo acabó pasando factura al Celta. El equipo vigués mandó en la primera parte, se adelantó, aumentó su ventaja a dos goles y cuando lo mejor tenía para acabar con el Huesca, dejó que el choque se convirtiese en un correcalles y encajó tres tantos en apenas 15 minutos.
Reaccionaron a tiempo y salvaron un punto al final, pero el equipo acabó pidiendo la hora y dando la sensación de que la zaga sigue siendo un coladero. Los oscenses se limitaron a colgar balones al área, eso les bastó.
David Costas había sido el sacrificado por Escribá para dar entrada a Cabral. El canterano no estuvo fino ante le Villarreal y pagó sus errores con su suplencia. El resto del once fue idéntico al de la semana anterior.
Desde el principio mandó el conjunto vigués. El centro del campo, con Okay y Lobotka, se impuso a la medular oscense para disparar al ataque a Aspas, Boufal y Maxi. Avisó Maxi con un tanto que fue anulado por claro fuera de juego y en la siguiente un buen ataque acabó con el tanto de Brais.
El de Mos fue el protagonista en el arranque del partido, tanto por el gol, como por una cartulina amarilla, que supone un partido de sanción, y por su lesión, que obligó a entrar a Boudebouz.
Llegó fácil el Celta al área contraria, pero le faltó concretar un par de buenas ocasiones que habrían allanado el camino. En cualquier caso, el Huesca también apretó, más por empuje que por buen juego, aunque la defensa viguesa estuvo más expeditiva en la primera parte, nada que ver con lo que ocurriría posteriormente.
A diez segundos de irse al descanso, Boudebouz hizo temblar el larguero de Santamaría con un lanzamiento desde fuera del área que habría redondeado una muy buena primera parte de los visitantes.
En la reanudación apareció el mejor Rubén Blanco para evitar el empate con tres excelentes paradas a Etxeita, Herrera y Chimy Ávila. Apretó el Huesca; el Celta se defendió.
Y otra vez, quien si no, otra vez apareció el genio de Moaña para matar al equipo rival en un contragolpe. El tercer paradón de Rubén fue el nacimiento de la respuesta viguesa. Maxi, Boudebouz y Aspas condujeron de forma magistral la contra para que el héroe celeste cruzase lejos de la manopla de Santamaría.
Pudo Boufal hacer el tercero en otro cabalgada del Celta, pero fue Gallego el que recortó distancias con una media chilena ante la que ya no pudo hacer nada Rubén. El partido ya era un correcalles en la que los dos se la jugaron a la ruleta rusa. En cada ataque, una ocasión.
Golpeó de nuevo el Huesca en un barullo en el área. Con el empate le temblaron de nuevo las piernas al equipo vigués, nadie fue capaz de despejar un balón en el corazón del área y se consumó la remontada.
La locura todavía no había acabado. Ahora le tocaba al Celta. Le tocaba de nuevo a Iago Aspas, con un regate en el área para ceder a Boudebouz y empatar el choque otra vez.
Todavía hubo tiempo para que el Huesca se llevase los tres puntos en una última jugada con pifia monumental de Hoedt. Al final, un botín de solo un punto que sabe a más de lo que es.
Huesca: Santamaría; Galán, Etxeita, Mantovani, Pulido, Herrera (min. 60, Gallego); Rivera, Musto (min. 34, David Ferreiro), Moi Gómez; Ávila (min. 76, Melero), Cucho.
Celta: Rubén; Mallo, Hoedt, Cabral, Olaza; Okay, Lobotka, Brais Méndez (min. 19, Boudebouz), Boufal (min. 89, Jozabed); Iago Aspas (min. 80, Emre Mor) y Maxi.
Goles: 0-1, min. 13: Brais Méndez, tras jugada trenzada entre Lobotka y Aspas; 0-2, min. 56: Iago Aspas, de lanzamiento cruzado tras contragolpe; 1-2, min. 62: Gallego, de chilena en el área; 2-2, min. 69: Chimy Ávila resuelve entre una maraña de piernas; 2-3, min. 73: Pulido, en otro barullo; 3-3, min. 80: Boudebouz, a pase de Aspas.
Árbitro: Cordero Vega (Colegio Cántabro). Mostró cartulinas amarillas a Brais, Pulido, Olaza, Etxeita y Emre Mor.
Incidencias: Partido correspondiente a la 30 jornada de La Liga disputado en el Estadio de Alcoraz.