El equipo mostró la elaboración de la réplica a través de un vídeo que colgó en su canal de Youtube con un mensaje un tanto especial: “Hoy estamos súper ilusionados porque nuestro equipo de maquetistas (o deberíamos decir mejor: NUESTRO «SEÑOR» EQUIPO DE MAQUETISTAS) ha concluido el montaje de una maqueta que tras mucho esfuerzo y dedicación ha quedado digna de cualquier museo”.
Tras explicar que el protagonista es el estadio de Balaídos dan paso al ‘time-lapse’ para que todo el mundo pueda comprobar “la dedicación y el costoso trabajo que hay tras cada maqueta«. «Sin lugar a dudas, merece la penar gastar unos minutos en disfrutar del trabajo”, añaden.
Al término del vídeo se explica el porqué de esta réplica, destinada a analizar las cargas de viento. Un trabajo en el que intervienen ingenieros y personal técnico. Para ello, es necesario evaluar y modificar los planos originales, diseñar las piezas 3D y prever las condiciones y parámetros del ensayo.
El Instituto de Microgravedad
Tal y como cuentan sus miembros, entre las diferentes líneas de investigación que lleva a cabo el Instituto Universitario de Microgravedad se encuentran las pruebas de aerodinámica civil. Un campo de trabajo que estudia la acción del viento sobre edificios y estructuras de la más diversa naturaleza.
Para esta labor, el Ignacio de la Riva cuenta con diferentes túneles en los que por medio de modelos construidos a escala es posible conocer la influencia del viento sobre ellos. En muchos casos suelen ir instrumentados con tomas de presión -pequeños orificios conectados por tubos a un complejo equipo-, dando información de la distribución de las presiones.
En estas maquetas es necesario realizar con exactitud todos los detalles significativamente relevantes en la interrelación entre el viento y el modelo para así garantizar la validez de los ensayos, además de ocultar o disimular al máximo posible la salida de los tubos para no modificar la fisonomía real de la maqueta.