Rodríguez, que debido a la estrecha amistad que tenía con Araújo habló en los últimos días con él, indicó que «es irrepetible, creo que ha sido el mejor dirigente del deporte vigués». Además, reiteró que «para mí es más que un hermano, es una persona irrepetible. Es irrepetible en el deporte vigués y, sobre todo, un hombre bueno».
El presidente del Octavio afirmó que «desde el fallecimiento de mi padre, es el golpe más duro de mi vida» y reconoció que tuvo sus diferencias con Araújo, pero que su amistad personal siempre las superó. «Hemos tenido peloteras grandes con todos los concejales que hubo en el concello, pero al salir de las reuniones, volvíamos a llamarnos y siempre igual, todo bien. Hemos estado muchos años pegándonos con todo el mundo».
Y es que Javier Rodríguez comprobó en primera persona el valor como dirigente deportivo y gestor de Paco Araújo, pero, sobre todo, su incalculable valor humano: «Pasamos de todo. Lo sabemos él y yo. Es un hombre bueno, es imposible ser mejor. Un cacho de pan. Se pasó la vida haciendo bien a todo el mundo».