Este viernes, 12 de diciembre, el escenario de La Fábrica de Chocolate Club se convertirá en el epicentro de la vanguardia sonora con la visita de Somos la Herencia. El cuarteto madrileño, una de las formaciones más interesantes y a la vez elusivas de la escena underground actual, ofrecerá una cátedra de cómo revivir y retorcer el legado del post-punk sin caer en el mimetismo.
El grupo, que ya acumula más de una década de trayectoria, ha cimentado su carrera sobre una base sonora densa y reflexiva, que va mucho más allá de la mera nostalgia o la revisión de estilos ochenteros.
Del post-punk a la amalgama noise
Somos la Herencia no es una banda de fácil etiqueta, y es precisamente en esa complejidad donde reside su principal atractivo. Su música es un crisol donde se funden las atmósferas frías y las líneas de bajo motorik del post-punk clásico con una multiplicidad de influencias que han ido incorporando de forma orgánica.
El concierto en Vigo servirá para trazar un recorrido por su evolución, demostrando una capacidad natural para el gancho pop que, paradójicamente, convive con una inquietud musical imparable que los empuja a territorios más ásperos. El grupo ha sabido inyectar dosis de noise y hardcore sin que ello resulte forzado, dotando a sus composiciones de una energía cruda y, a la vez, estructuralmente compleja. Este enfoque heterodoxo es su marca de identidad.
Hijos del underground y la cultura digital
La trascendencia de Somos la Herencia se entiende mejor al considerar su procedencia. Nacidos del underground madrileño y profundamente influenciados por la cultura de internet, han desarrollado una carrera marcada por pasos lentos, meditados y firmes. Cada lanzamiento, cada concierto, parece ser una pieza cuidadosamente colocada en un puzle que exige al oyente una atención activa.
Su música es un reflejo de esta dualidad: por un lado, la seriedad y el compromiso de la música de vanguardia; por otro, un retorcido sentido del humor que salpica tanto sus letras como su puesta en escena. Esta ambición sonora, que los hace a cada paso más complejos y ambiciosos, curiosamente, también los hace más divertidos en el sentido de impredecibles y liberadores.

Este viernes, sobre el escenario de La Fábrica de Chocolate, la banda demostrará porque son una herencia viva, no un mero tributo; un proyecto que honra sus raíces mientras mira sin miedo hacia un futuro donde el rock sigue siendo un campo de experimentación y desafío constante. El resultado será, seguro, una noche memorable que consoldará a Somos la Herencia como una de las voces más singulares y necesarias del panorama musical español.

























