El Gran Gatsby: la abundancia y el vacío moral de los exitosos años veinte
Esa gran obrita literaria del enorme F. Scott Fitzgerarld no tuvo la sonoridad mediática que merecía hasta que un decente DiCaprio y una resuelta Mulligan pusieron cara y voz a este drama de los años veinte neoyorkinos. Con un estilo frívolo, se nos muestran los excesos y la ostentación de una época económicamente gloriosa y sin embargo moralmente podrida. En un mundo movido por los grandes lujos, las fiestas desenfrenadas y la abundancia material, el protagonista intenta recuperar a su amor del pasado a través de aquello que una vez los separó: la posición económica. ¿Qué nos enseña esta película? El poder del dinero en ocasiones es, lamentablemente, más fuerte que el amor, a pesar de que en última instancia la felicidad está más allá de aquellas cosas que se pueden comprar.
American Psycho: el consumismo y el vacío existencial en la era yuppie
Otro retrato de la sociedad americana más vanidosa, adinerada y al tiempo decadente es la cinta protagonizada por Christian Bale – asimismo inspirada en una novela del mismo nombre – y ambientada en la Nueva York de los yuppies. En sus 142 minutos de duración nos enfrentamos a Patrick Bateman, un exitoso hombre de negocios de Wall Street que vive en un enorme apartamento, luce un Rolex de la mejor calidad y come a diario en los restaurantes más chic de Manhattan. La vida idílica de Patrick, sin embargo, está cubierta por un profundo hastío que le lleva a descubrir una oscura satisfacción por matar. Sin más metas que alcanzar y con todas sus necesidades cubiertas, Bateman solo consigue huir de este profundo aburrimiento a través del asesinato. Enmarcada en los años 80, la cinta nos lleva por un viaje demencial en la que la realidad y la mente del protagonista se entremezclan en medio de la vida superficial e insustancial de los ejecutivos de la época.
The Bling Ring: Prada, postureo y vacío vital en el apogeo de las redes sociales
¿Qué darías por tener el armario de Paris Hilton u Orlando Bloom? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por un bolso de Chanel o unos gemelos de Jacob & Co.? Para el grupo The Bling Ring, protagonistas y víctimas de la película homónima – y basada en hechos reales – saltarse la ley no fue un obstáculo para lograr sus ansiadas vidas de lujos y fiestas desenfrenadas. ¿El desenlace? Las rejas de la prisión ponen fin a su efímero edén de la ostentación. Con franqueza, estos largometrajes muestran la cara oculta de la abundancia, la fama y el consumismo. Empero, como en toda representación del arte, la reflexión de las moralejas que se nos enseñan es momentánea e intrascendente. Así, casi cien años después de aquella novela de Fitzgerald, todavía no hemos aprendido nada: el estatus, el dinero, la fama y el lujo material siguen siendo los tristes pilares de cualquier sociedad contemporánea.