Un rincón de la protectora de animales Os Biosbardos, en Ponteareas, podría convertirse en un símbolo global del arte urbano. La artista viguesa Eva Casais ha transformado las paredes grises de este refugio con un mural lleno de color y esperanza, nominado como el mejor del mundo en agosto por Street Art Cities, el mayor atlas internacional de arte contemporáneo al aire libre. Hasta el 10 de septiembre, las votaciones en la plataforma decidirán si esta obra solidaria, creada sin ánimo de lucro, logra el reconocimiento mensual y avanza hacia el título anual.
Un lienzo de solidaridad en las paredes de Os Biosbardos
La iniciativa nació como un gesto desinteresado. Hace apenas dos semanas, Casais aceptó la petición de una alumna, voluntaria de Os Biosbardos, para revitalizar las instalaciones del refugio. Con tonos vivos (rosas, lilas, azules, amarillos y naranjas), la artista pintó un mural que destaca un perro y un gato como emblemas de la protección animal, acompañado de otras paredes con un pájaro, un conejo y flores. “Pasamos de un lugar gris a uno lleno de vida”, explica la artista, quien destaca el simbolismo de la obra: un llamamiento a la adopción frente a la compra de mascotas. La colaboración altruista incluyó a voluntarios que ayudaron en la ejecución y a Pinturas EGA, que donó los materiales a través de Juancho, un gesto que la muralista valora profundamente por su amor hacia los animales.
Este proyecto, que se extiende por varias paredes del refugio, refleja el estilo característico de Casais, conocida por sus intervenciones en Vigo, como el mural de Matamá. Sin embargo, su escala modesta (“un mural pequeñito” frente a obras de grandes patrocinadores) contrasta con la magnitud de su mensaje, lo que lo hace aún más excepcional en la carrera por el reconocimiento global.
Un reconocimiento que trasciende el arte
La nominación en Street Art Cities, donde usuarios de todo el mundo votan las piezas más destacadas, pone a Os Biosbardos en el foco internacional. La protectora, que desde 2011 depende del esfuerzo de voluntarios y donaciones particulares, ve en esta candidatura una oportunidad única para visibilizar su labor. “¿Te imaginas que un mural hecho gratis, con materiales donados y sin infraestructuras, se convierta en el mejor del mundo?”, se pregunta Casais, emocionada por la posibilidad de que su arte amplifique las necesidades de las protectoras. Si triunfa, no solo se premiará su talento, sino también el compromiso de esta pequeña entidad que rescata y busca hogar para animales abandonados.
Las votaciones, abiertas desde el pasado lunes, 1 de septiembre, permiten a cualquier persona apoyar la causa hasta el 10 de septiembre en la web de la plataforma. Este respaldo podría convertir el mural en un faro de esperanza, no solo para Os Biosbardos, sino para refugios similares en todo el mundo.
El impacto de un gesto altruista
La historia detrás del mural añade capas de significado. Casais, que ya colaboró con Os Biosbardos en 2022 y adoptó a su perra Marina tras esa experiencia, regresó motivada por su conexión personal con la causa. “Siempre estoy dispuesta a hacer lo que sea por la protectora”, afirma, recordando cómo una publicación en redes sociales movilizó a voluntarios y donantes. Este esfuerzo colectivo, libre de pretensiones comerciales, contrasta con los murales de gran presupuesto que compiten en la misma categoría, lo que subraya la autenticidad de la propuesta.
La artista subraya que esta nominación es “muy emocionante” por los valores que defiende: visibilizar las carencias de las protectoras y celebrar su labor. Si el mural de agosto resulta ganador, Os Biosbardos no solo ganará prestigio, sino que podría atraer recursos para sostener su misión, un logro que trasciende el ámbito artístico.
El mural de Casais, con su mensaje claro y su estética vibrante, encarna un movimiento que combina creatividad con impacto social. Los vecinos de la zona y los amantes del arte tienen ahora la oportunidad de apoyar una causa local con proyección global, votando por una obra que convierte un refugio en un espacio de inspiración; el plazo termina el 10 de septiembre, pero su legado ya está en marcha.