El pasado sábado, 17 de mayo, la Curva de San Gregorio se transformó en un lienzo de historia y color con la inauguración de una serie de murales pintados por los artistas José Miranda y Rafael Ambel. Coincidiendo con la celebración del Día das Letras Galegas, dedicado este año a las cantareiras y la poesía popular oral, esta iniciativa impulsada por la Asociación Vecinal Curva de San Gregorio ha revitalizado los muros de la plaza del barrio, convirtiéndolos en un homenaje a la identidad del barrio y sus raíces. Los murales, que combinan tradición y modernidad, narran su evolución desde sus orígenes celtas hasta la era industrial, con guiños al icónico tranvía y los astilleros.
Un proyecto nacido de la comunidad
La idea de embellecer los muros surgió de un grupo de trabajo formado dentro de la Asociación Vecinal Curva de San Gregorio para conmemorar el Día das Letras Galegas. “Queríamos celebrar el 17 de mayo en la plaza y decidimos decorarla”, explicó, a Vigoé, Ángel Vila, presidente de la asociación. La propuesta inicial era recuperar la memoria de espacios desaparecidos del barrio, pero la coincidencia con la festividad gallega llevó a los organizadores a rendir un homenaje a las cantareiras y pandereteiras, protagonistas de la edición 2025 de las Letras Galegas.
Para llevar a cabo el proyecto, la asociación contactó con José Miranda, profesor de dibujo y pintura en el colectivo vecinal y un artista con profundo arraigo en el barrio. “Ángel se puso en contacto conmigo para pintar y dinamizar unos muros vacíos”, relata Miranda. “Al principio, la idea era reflejar espacios desaparecidos, pero aprovechando las Letras Galegas hicimos un guiño a las cantareiras”. Miranda invitó a colaborar a su amigo y colega Rafael Ambel, un pintor valenciano afincado en Vigo, conocido por su obra expresiva y su visión crítica del urbanismo local, como demostró en su exposición ‘Vigo, punto de vista‘ en 2015. Juntos, los artistas han creado una secuencia de murales que no solo embellece la plaza, sino que narra la historia de la Curva de San Gregorio con un enfoque didáctico y emocional.
Una narrativa visual de la historia del barrio
Los murales, pintados en los muros de la plaza de la Curva de San Gregorio, ofrecen un recorrido visual por la evolución del barrio, desde sus orígenes hasta la modernidad. “En la secuencia de murales representamos un poco lo que ha sido el desarrollo del barrio”, detalló Ángel Vila. El primer mural, obra de José Miranda, recrea un castro celta, en alusión al cercano Castro Castriño, considerado uno de los puntos de partida de la ciudad olívica. Esta pieza conecta a los vecinos con las raíces prehistóricas de la zona, recordando su importancia en la formación de Vigo.
El segundo mural rinde homenaje a las cantareiras y pandereteiras, figuras centrales del Día das Letras Galegas 2025, representadas por nombres como Adolfina y Rosa Casás de Cerceda o las Pandeireteiras de Mens. Junto a ellas, aparece el tranvía, un símbolo icónico de la Curva de San Gregorio que evoca la Vigo de principios del siglo XX. “En el mural podemos encontrar una visita al pasado con el tranvía, un icono de la curva”, destacó Miranda. Este elemento nostálgico sigue presenta en la memoria de los vecinos, que recuerdan las historias de las líneas que conectaban el barrio con el centro de la ciudad hasta su desaparición en 1968.
La tercera pared está dedicada a los astilleros, un pilar de la historia industrial de Vigo. Los murales recorren desde la carpintería de ribera, con sus técnicas tradicionales, hasta la construcción del emblemático Alfageme. Esta narrativa visual no solo celebra la tradición marítima de Vigo, sino que también conecta con la memoria colectiva de un barrio profundamente ligado al mar.
Un permiso unánime
El proyecto requirió la colaboración de la comunidad de propietarios de los edificios que albergan los muros. “Hablamos con la comunidad para pedirle permiso y ellos estuvieron encantados con la idea”, afirma Ángel Vila. Esta respuesta unánime refleja el entusiasmo del barrio por iniciativas que promuevan la cultura y el arte urbano, especialmente en un espacio como la Curva de San Gregorio, que en 2017 ya fue escenario de un mural de la artista Lula Goce. Aquella obra, que representaba a dos niños y conmovió a la ciudad, fue cubierta por una nueva edificación en 2021, un recordatorio de la naturaleza efímera del arte urbano en entornos en constante cambio.
A diferencia de aquel mural perdido, los nuevos murales de Miranda y Ambel buscan dejar una huella duradera, integrándose en la vida diaria de la plaza. La elección de la Curva de San Gregorio como lienzo no es casual: su ubicación estratégica en el corazón del barrio, la convierte en un punto de encuentro ideal para iniciativas comunitarias. La plaza, ahora decorada con colores vibrantes y referencias históricas, se ha transformado en un espacio de diálogo entre el pasado y el presente.
Un tándem de talento
José Miranda, como profesor de la asociación vecinal, aporta un conocimiento íntimo del barrio y una sensibilidad especial para capturar su esencia. Su experiencia en el dibujo y la pintura, combinada con su rol como educador, le permitió liderar el proyecto con un enfoque inclusivo, invitando a la comunidad a sentirse parte del proceso. “Surgió desde la asociación, y para mí fue un honor trabajar en algo que dinamiza el barrio”, señaló Miranda.
Por su parte, Rafael Ambel, con una trayectoria que incluye exposiciones en París, Argentina y múltiples ciudades españolas, aporta una perspectiva externa que enriquece el proyecto. Doctor en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y docente en el Instituto Politécnico de Vigo, Ambel es conocido por su uso del color. Su colaboración con Miranda combina la precisión técnica con una visión artística que eleva los murales a un nivel de calidad excepcional.
El arte urbano como motor de cambio en Vigo
Los murales de la Curva de San Gregorio se suman a la creciente escena del arte urbano en Vigo, una ciudad que en los últimos años ha apostado por transformar sus muros en lienzos al aire libre. Iniciativas como el festival Vigo Cidade de Cor han consolidado a Vigo como un referente del street art en España.
Sin embargo, la historia de la Curva de San Gregorio también recuerda la fragilidad de estas intervenciones. La pérdida del mural de Lula Goce en 2021, cubierta por una nueva construcción, subrayó la necesidad de una planificación urbanística que contemple la preservación del arte. En este contexto, el proyecto de Miranda y Ambel destaca por su integración con la comunidad, asegurando que los murales no sean solo una obra estética, sino un reflejo de la identidad y las aspiraciones del barrio.