El Ayuntamiento de Nigrán inició esta semana las obras de remodelación de la Alameda da Ramallosa de cara a «mejorar la calidad de ocio» de los vecinos y vecinas de la zona, que cuenta con un «especial interés paisajístico» así como con el objetivo de «poner en valor este núcleo neurálgico», destacan desde el Concello.
Las obras, como se hizo eco Vigoé, se licitaron el pasado mes de febrero y fueron adjudicadas a la empresa Oresa, Construcciones y Servicios Globales S.L. con un presupuesto de casi 1 millón de euros. Concretamente, los trabajos supondrán un coste de 962.197 euros, incluidos en el ‘Programa Pon2030’ de la Diputación de Pontevedra.
Esto implica, como matizan en una nota de prensa desde el Concello de Nigrán, que el organismo provincial financiará la actuación con un importe de 769.757 euros mientras que el resto correrá a cargo de las arcas municipales.
Los trabajos tienen que estar finalizados en un plazo máximo de 6 meses.
De este modo, el alcalde del municipio del Val Miñor, Juan González, explicó que el objetivo es «revitalizar» el espacio de A Ramallosa. “La superficie estaba en muy malas condiciones, provocando tropiezos. Y el carril bici resultaba inseguro y generaba confluencias conflictivas, por lo que se redibuja toda la zona para que resulte un lugar más amable y accesible para todas las personas”, explicó el regidor, quien pone como ejemplo de actuación a seguir lo logrado ya con el gran mural de Lula Goce al lado de la piscina y antes con el rescate del aparcamiento municipal y gratuito.
La rehumanización incluye todo el espacio de 10.888 m² a un lado del estuario del Miñor y del carril bici, «planteando una modificación en el trazado de este último y de los itinerarios peatonales, hasta ahora muy inseguros en tramos como el del Centro de la Tercera Edad, donde se producía un corte y una confluencia conflictiva entre los diferentes usuarios», detallan.
El paso de las bicicletas
Por eso, el tránsito de bicicletas se trasladará íntegramente al paseo litoral «para hacerlo seguro y atractivo», permitiendo además «que el parque crezca esos metros ganados al carril». De este modo la zona infantil quedará perimetrada por barreras vegetales y nuevas vallas, haciéndolo «más seguro y autónomo» para los más pequeños. “Este cambio potenciará el uso de la bicicleta y beneficiará tanto a usuarios del parque como a los de la senda peatonal y a los ciclistas, se trata de ganar en accesibilidad universal y seguridad vial”, consideró González.
La mejora de toda la Alameda comprende también la rehabilitación de su superficie, muy dañada en la zona de A Capela de San Campio (donde tiene piedra) y la reposición de césped y mejora de las zonas ajardinadas, incluyendo más arbolado y vegetación en consonancia con la existente así como plantas de medio porte que funcionen como elementos de protección.
El parque infantil
Adicionalmente, se sustituirá gran parte del pavimento duro por césped y se dotará de perímetros de caucho a los elementos de juego infantil existentes para otorgarles «más seguridad». Se cambiará el mobiliario urbano, se colocarán más bancos y se instalarán aparcabicis en el entorno.
Finalmente, el parque infantil está diseñado siguiendo un enfoque inclusivo para que todas los niños y niñas (con o sin discapacidad) «disfruten de una experiencia sensorial, lúdica y social», por lo que el «principal atractivo» será la instalación de un «gran conjunto musical único en la comarca» y que, como especifican desde el Concello, incluye campanas tibetanas, marimba, campanas tubulares o juegos de percusión. Y a mayores, otro elemento diferenciador será un gran faro escalable que consta de zonas de cuerda para trepar, tobogán, puentes o pasarelas.