Un suceso inusual ha alterado la calma estival de Praia América: el emblemático remolcador a vapor San Esteban, conocido como “El Vaporín”, encalló esta madrugada del 25 de agosto en la arena de esta popular playa tras romper sus amarras por el fuerte oleaje y los vientos que azotan la costa. La escena, que combina historia marítima con un imprevisto moderno, ha convertido la playa en un escenario de expectación.
Un percance en la bahía de Panxón
El San Esteban, un remolcador centenario de 16,80 metros de eslora, se encontraba fondeado en la bahía de Panxón cuando, en la madrugada del lunes, las condiciones meteorológicas adversas jugaron en su contra. Según explicó el armador, el incidente se originó por un fallo mecánico: “Todo apunta a un problema en el sistema de alimentación del motor, aunque aún estamos evaluando las causas exactas. Las condiciones de navegación eran aceptables, pero un exceso de confianza pudo llevar a que el motor se calara al intentar ponerlo en marcha. La tripulación, sorprendida por la situación, no logró reconducirla a tiempo, y el oleaje arrastró el barco hasta la playa”.
A pesar de la espectacularidad del suceso, Fernández subrayó la ausencia de consecuencias graves: “Lo prioritario es que no ha habido daños personales ni materiales significativos. La imagen es impactante, pero estamos trabajando para recuperar el barco con la mayor celeridad posible”. La embarcación, varada en la arena, se convirtió rápidamente en un imán para los primeros bañistas y curiosos, que no dudaron en capturar el momento con sus móviles, compartiendo imágenes que han inundado las redes sociales.
Operativo de rescate en marcha
Desde las primeras horas de la mañana se ha desplegado un operativo para rescatar el San Esteban. Las labores, que podrían extenderse hasta que la marea suba en la tarde, se centran en asegurar la estabilidad del buque para evitar daños en su casco de acero, una pieza histórica construida en 1902 por los astilleros ingleses Philip & Son Shipbuilders. La operación incluye el uso de cabos y maquinaria para estabilizar la embarcación, mientras se espera el momento óptimo para reflotarla sin comprometer su estructura.
El San Esteban, con una manga de 4,15 metros y un calado máximo de 2,28 metros, es manejable en comparación con buques modernos, pero su valor patrimonial exige máxima precaución. El Concello de Nigrán están colaborando para garantizar que el proceso se realice sin incidentes, minimizando el impacto en el entorno de Praia América.
Un símbolo de la historia marítima
El San Esteban, apodado “El Vaporín”, es mucho más que un barco varado: es el buque de acero más antiguo en activo en España, botado en 1902, seis años antes que el Titanic. Originalmente construido como pesquero bajo el nombre Venture, fue transformado en remolcador en 1906 para transportar carbón en el Cantábrico, sirviendo a la industria siderúrgica vasca. Equipado inicialmente con una máquina de vapor de 125 caballos, que le otorgaba una velocidad de 8,5 nudos, el barco fue modernizado en 1965 con un motor diésel diseñado por Barreras, lo que prolongó su vida útil hasta finales de los años sesenta.
Rescatado del desguace en 1998 por entusiastas como José Cardín, de Sidra El Gaitero, y restaurado en 2021 por Talleres Carral (Grupo Ferri), el San Esteban es hoy un emblema de la arqueología industrial. “Es una obra de arte flotante, parte de nuestro ADN marítimo”, afirmó Patricio Fernández, CEO de Industrias Ferri, destacando su participación en eventos como la Feria Navalia y el Congreso Internacional de Ingeniería Naval Iberoamericana en Sevilla. Su reciente protagonismo en la Iacobus Maris Experience en Vigo, donde deslumbró en Portocultura, refuerza su valor como embajador del patrimonio naval gallego.
Praia América, escenario de un suceso insólito
La imagen del San Esteban varado en Praia América ha transformado la playa en un punto de atracción inesperado. A pesar del incidente, los bañistas han acudido en masa, fascinados por la oportunidad de ver de cerca esta reliquia marítima. La escena, con el casco de acero del remolcador contrastando contra la arena dorada y las olas rompiendo a su alrededor, ha generado un contraste visual que no ha pasado desapercibido.
El incidente no ha afectado la seguridad de la playa, que permanece abierta al público, aunque las autoridades han acordonado la zona cercana al buque para facilitar las labores de rescate. La expectación también ha reavivado el interés por la historia del San Esteban, que ha transportado figuras históricas como Primo de Rivera y Francisco Franco, y que sigue navegando como un símbolo de resistencia y adaptación.
Mientras los equipos trabajan para reflotar el San Esteban, Industrias Ferri ya planea su regreso a eventos marítimos y paseos turísticos por la Ría de Vigo o las islas Cíes. “Este percance no cambiará nuestro compromiso con el barco. Queremos que siga siendo un orgullo para Galicia, llevando su historia a nuevos públicos”, aseguró Fernández.