En 2018 lo recorrieron casi 14.000 peregrinos, exactamente la mitad que el año anterior. La medida supone una mejora en la señalética, con la colocación de 12 hitos de piedra en los montes y en los puntos kilométricos, 16 conchas de bronce en el casco histórico, 59 conchas de cerámica para el tramo restante y varias vallas metálicas, quedando todo esto adaptado a la normativa vigente.
También supone una mejora en la protección y conservación de este tramo de la ruta jacobea de 9,4 km. , así como en el impacto visual, sobre todo en el casco histórico de la villa. Sin duda es una medida que beneficia tanto a los peregrinos, que tienen menos probabilidad de extraviarse como a todos los vecinos de Baiona.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que este camino tiene un potencial tremendo y seguimos trabajando desde el ayuntamiento en potenciarlo y divulgarlo.