Cuando se hacía cargo del turismo, perdió la adherencia y comenzó a deslizarse sin control por una pendiente de unos 50 metros hasta chocar contra dos automóviles estacionados. Como consecuencia del impacto, uno de los coches aparcados terminó en una propiedad cercana.
Por fortuna, sólo hubo que lamentar daños materiales, que según la Policía Local fueron de consideración, ya que a todos los vehículos afectados hay que sumar los desperfectos causados en la finca, entre ellos el muro que da a la calle.