El Tren Celta descarriló a la entrada de la estación de O Porriño cuando debía realizar un cambio de vías al existir labores de mantenimiento. Así lo confirmó este viernes el ministro Rafael Catalá tan solo unas horas después de que cuatro personas perdieron la vida en el trágico accidente.
El responsable de Fomento no quiso pronunciarse sobre una velocidad excesiva por parte del convoy y prefirió dar tiempo a que los investigadores determinen las causas.
Según explicó, el Tren Celta viajaba con una configuración de un modelo diésel de la serie 592 y pasó una revisión “en profundidad” el pasado mes de mayo, así como otra menos minuciosa este mismo jueves en Oporto. «Tanto maquinista como tren tenían todas las certificaciones y garantías», señaló.
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