El Concello de O Porriño ha iniciado esta semana un proceso «histórico» con el objetivo de dotarse, por primera vez, de escudo y bandera municipales oficiales.
Según ha anunciado en un comunicado, el equipo de gobierno ha convocado este lunes la comisión informativa en la que se abordará esta propuesta, que se celebrará el próximo miércoles.
El objetivo es informar a la corporación y a los vecinos del acuerdo adoptado por la Comisión de Heráldica de Galicia y poner a su vez a disposición los informes y las propuestas correspondientes, garantizando así el conocimiento y la transparencia del proceso previo a su aprobación definitiva en pleno, prevista inicialmente para finales de agosto.
Para el alcalde, Alejandro Lorenzo, se trata de un «hito histórico» para el municipio, «que por fin contará con símbolos oficiales que representen su identidad y su historia».
Según él, el escudo y la bandera propuestos fueron diseñados teniendo en cuenta elementos «clave» que definen a O Porriño, basándose en los estudios e informes realizados por Eduardo Pardo de Guevara, vicepresidente y asesor de la Comisión de Heráldica de la Xunta, así como en el asesoramiento llevado a cabo por el historiador local Diego Giráldez.
La propuesta recoge, entre otros, símbolos vinculados a la historia, a la economía y al patrimonio del municipio, con un puente y una torre en el escudo que evoca a la Casa Consistorial, obra del arquitecto Antonio Palacios.
«Nuestro objetivo es representar lo que somos, lo especial de nuestra historia y de nuestro presente. No todo puede estar reflejado, pero sí aquello que nos define: la piedra, el pan, la industria, el río, la arquitectura…», ha reivindicado Lorenzo.
Futuro escudo y bandera
De hecho, la Comisión de Heráldica ha propuesto que el futuro escudo mantenga un puente y una torre que evoque a la del palacio municipal, obra del arquitecto Antonio Palacios, e incorando otros elementos representativos que se consideran complementos oportunos de de esa figura municipal.
En primer término, un compás asociado a una plomada, como justo y perenne homenaje al ya mencionado arquitecto, ilustre hijo de la localidad, así como unas espigas de trigo, de oro, para representar la antigüedad e importancia de su tradición panadera, apreciada y reconocida desde hace más de cuatro siglos (se documenta ya en 1575), y finalmente una rueda dentada a fin de simbolizar la singular pujanza industrial del municipio; en este sentido basta destacar sus dos polígonos industriales, As Gándaras y A Granxa, donde hoy tienen cabida más de trescientas empresas e industrias del sector del automóvil, construcción, concesionarios de marcas industriales, maquinaria y servicios varios, además de las químicas y farmacéuticas y las conocidas canteras de las que se extrae la muy apreciada roca ornamental conocida comercialmente como “granito rosa de Porriño”.