A Guarda se ha convertido en el representante gallego en la prestigiosa campaña navideña «Juntos Brillamos Más» de Ferrero Rocher. La iniciativa, que cada año selecciona y viste con su icónica iluminación dorada a un pueblo español, ha incluido a A Guarda entre las diecisiete localidades que optan a ser el destino navideño más reluciente del país, con un concursante por cada comunidad autónoma.
El anuncio de los municipios participantes se hizo público en un acto inaugural oficiado por el conocido presentador de televisión Jesús Vázquez. La candidatura de A Guarda supone una oportunidad singular para que la localidad de la comarca del Baixo Miño atraiga los focos nacionales y se posicione como un destino de referencia durante las fiestas.
La carrera por la ilusión comienza
Con la designación oficial, se ha activado el primer y decisivo periodo de votaciones. La movilización de los ciudadanos de A Guarda y del resto de Galicia es fundamental en esta etapa inicial para asegurar el pase a la siguiente fase del concurso. El plazo para emitir los votos se extiende hasta el próximo 23 de noviembre y se realiza a través de la página web oficial de la campaña de Ferrero Rocher.
Este tipo de iniciativas trasciende la mera competencia por un alumbrado decorativo. El concurso de la marca de bombones se ha consolidado como un fenómeno sociológico que pone a prueba la capacidad de cohesión de la comunidad, convirtiendo la votación en un ejercicio de orgullo local y promoción regional. La difusión de la campaña en redes y la participación ciudadana masiva serán los factores determinantes para que A Guarda mantenga viva su aspiración de vestirse de oro.
El impacto transformador de la iluminación navideña
En el caso de que A Guarda lograse imponerse en la competición y ser el municipio elegido para la iluminación navideña de Ferrero Rocher, las consecuencias para la localidad serían profundamente transformadoras, especialmente en el plano económico y turístico.
El principal efecto derivado de la victoria sería un incremento drástico del turismo durante el periodo navideño. Los municipios agraciados con esta icónica decoración se convierten en un punto de visita ineludible para miles de personas procedentes de diversos puntos de España, lo que se traduciría en una afluencia de visitantes sin precedentes en A Guarda.
Este flujo turístico se traduciría, a su vez, en una dinamización excepcional de la economía local. Hoteles, la hostelería, el comercio de proximidad y los servicios locales experimentarían un notable repunte en su actividad, generando ingresos que excederían con creces la inversión publicitaria convencional. Además, la campaña de Ferrero Rocher ofrece una proyección mediática nacional que colocaría a A Guarda en el mapa de las grandes referencias navideñas, ofreciendo una valiosa oportunidad para mostrar su patrimonio cultural y natural al resto del país.
Por último, el concurso actúa como un catalizador para reforzar el sentido de comunidad. El esfuerzo colectivo necesario para ganar la votación genera un fuerte sentimiento de orgullo y pertenencia entre los habitantes, uniendo al vecindario en torno a un objetivo común que celebra y pone en valor la identidad de A Guarda.






















