Horas después de vivir momentos de gran tensión con motivo del plante realizado por la directiva del Celta en el palco presidencial de Balaídos, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, no quiso profundizar de forma directa en el enfrentamiento que mantiene con el presidente del club, Carlos Mouriño, pero sí se refirió de una manera peculiar a su relación con el equipo vigués.
Todo el mundo estaba expectante ante el incómodo momento que se iba a producir este martes por la noche en el palco presidencial de Balaídos. El plantón de la directiva del Celta al alcalde de Vigo, Abel Caballero, centraba todas las miradas y todas las cámaras apuntaban a esa zona antes del inicio del encuentro. Aunque en un principio se esperaba una imagen simbólica de la soledad del regidor, la situación acabó siendo mucho más tensa.
La portavoz del Partido Popular de Vigo, Elena Muñoz, ha exigido este martes al alcalde, Abel Caballero, que deje “sin efecto de forma inmediata” la subida de impuestos prevista para este año tras haber reconocido el gobierno local que ya prevé recaudar por encima de lo presupuestado.
Aunque no estaba incluido en su agenda, finalmente el alcalde de Vigo, Abel Caballero, asistirá este martes por la noche al estadio de Balaídos para presenciar el partido que enfrentará al Celta y al Barcelona. Así lo ha confirmado este mediodía el concejal de Fomento, David Regades, que ha intentado transmitir una imagen de normalidad y enviar el mensaje de que lo único que le preocupa al Concello es “animar” al equipo.
Nuevo frente abierto en la batalla que mantienen el Celta y el Concello de Vigo. Esta vez el ataque ha partido directamente del club, que este lunes ha anunciado que ningún directivo se sentará junto al alcalde de la ciudad, Abel Caballero, en el palco presidencial de Balaídos mientras éste “no cumpla su palabra y deje de atacar sin motivo a la entidad”.