Un testigo que viajaba en el vagón que pretendían pintar los jóvenes afirmó este jueves a la Radio Televisión de Portugal (RTP), el canal público del país vecino, que el revisor del tren roció a las víctimas con un extintor para impedir que bloqueasen las puertas y que el convoy reanudase la marcha tras hacer una parada en Palmilheira.
Según la versión de Miguel Bruno Toreia, el grupo de jóvenes grafiteros se lanzó a las vías para pintar el vagón, pero antes esperaron a que se abrieran las puertas en la parada y las bloquearon para impedir que el tren reanudase la marcha, puesto que con ellas abiertas el convoy permanece detenido de forma automática.
«Vimos a los jóvenes encapuchados con una venda en la cara, no se les veía, solo los ojos. El revisor, al darse cuenta de lo que iban a hacer, que supuestamente era grafitar, entró en la cabina, cogió un extintor y roció con la espuma a los jóvenes», señala.
Miguel Bruno Toreia añade que los grafiteros no forzaron las puertas sino que «simplemente abrieron por la parte de fuera e impidieron que arrancase, porque es imposible con la puerta abierta». Explica también que cuando el revisor los roció con espuma ellos «comenzaron a tirar piedras, por lo menos dos impactaron en los cristales, y en el momento que se apartan pasa el otro tren».
Este testigo asegura también que en un primer momento los pasajeros pensaron que se trataba de un asalto. Los responsables de la investigación analizan ahora la versión del maquinista y del revisor para esclarecer los hechos. La empresa ferroviaria «Comboios de Portugal» aseguró a la RTP que no habían iniciado una investigación interna. «Conforme a su práctica, Comboios de Portugal estará siempre al lado de sus trabajadores, en el contexto de la actuación que desenvuelven en el cumplimiento de los deberes que les están atribuidos», señala en un comunicado.
Los hechos se registraron a las 20:30 (hora portuguesa) del lunes cuando cinco jóvenes, de entre 18 y 20 años y cuatro de ellos españoles, llegaron en un coche al apeadero. Tras saltar una valla se adentraron en la vía y comenzaron a pintar un vagón que se encontraba estacionado.
Dos de los jóvenes fueron arrastrados varios metros y fallecieron en el acto, mientras que los servicios de emergencia intentaron sin éxito reanimar al tercero, localizado una media hora después por la Policía. En el Instituto de Medicina Legal los fallecidos fueron identificados como dos vecinos de Madrid, de 18 y 20 años, y uno de Matosinhos (Oporto).
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