Las Gladys están definitivamente de vuelta… y son más que nunca. Salvamento Marítimo activó este sábado un aviso para todas las embarcaciones que navegan por las Rías Baixas. La razón, tres grupos de orcas que en las última horas han protagonizado multitud de «interacciones» con otros barcos.
A través de los canales de radio de frecuencia marítima los avisos se reprodujeron durante toda la jornada. Según las alertas de Salvamento, estos tres grupos de cetáceos se desplegaron a lo largo y ancho de varias millas.
Así, una primera manada fue avistada a unas 15 millas de Corrubedo mar adentro. Un segundo se situaba entre las islas de Sálvora y la Illa de Arousa, es decir, en el interior de la ría. Y un tercer grupo, al norte de la península de O Grove, próximos al denomiado bajo Cerqueiro.
En las últimas horas, las Gladys, como se conocen a estas familias de orcas que todos los veranos cruzan nuestras costas, han sido avistadas por multitud de embarcaciones. Una de ellas resulto mal parada el pasado jueves en la Costa da Vela. Un velero alemán de 10 metros sufrió la rotura del timón.
Además, en ese mismo ataque, otros dos barcos de vela que navegaban entre Ons y la Ría de Vigo sufrieron la embestida de los cetáceos. Ni siquiera la presencia de una patrullera de la Guardia Civil situada a su costado para protegerlos logró disuadirlas.
Este mismo sábado entraron en la Ría de Arousa, algo que ya se había producido en veranos anteriores. Esta vez, el barco Chasula Cemma, de la Coordinadora de Estudos de Mamíferos Marinos, logró grabarlas.
Las orcas y su comportamiento enigmático
El Ministerio para la Transición Ecológica y el GTOA recomiendan a los navegantes, en caso de encuentro, no detener la embarcación, navegar hacia aguas menos profundas y evitar tocar el timón para minimizar riesgos. También se pide notificar cualquier interacción al correo orcas@sasemar.es para mejorar el seguimiento de esta población vulnerable, protegida por el Catálogo Español de Especies Amenazadas. En Galicia, los encuentros son más frecuentes entre abril y agosto, coincidiendo con la migración de las orcas en busca de atún rojo.
Un llamamiento a la prudencia en el mar
Este incidente resalta la necesidad de una mayor coordinación entre navegantes, autoridades marítimas y científicos para gestionar estas interacciones. Mientras tanto, los navegantes que surquen las costas gallegas deben extremar las precauciones, especialmente en zonas como las islas Cíes, donde los avistamientos son recurrentes.