Cinco jóvenes encapuchados, cuatro españoles, se lanzaron a las vías del tren en Aguas Santas para realizar un “backjump” y tres de ellos perdieron la vida. Según informa el periódico Jornal de Noticias, la Policía portuguesa ha identificado a dos de los fallecidos como naturales de Madrid, de 18 y 20 años, mientras que el tercero tenía 18 y era portugués, con residencia en Matosinhos. La investigación ha determinado además que los dos supervivientes que se dieron a la fuga tras el accidente son también de origen español.
Los cuerpos de las tres víctimas continúan en el Instituto de Medicina Legal de Oporto a la espera de la autorización judicial para proceder a la entrega a las familias. Fuentes del propio instituto informaron a VIGOÉ de que se realizaron las autopsias y se recogieron huellas para la identificación de las víctimas, pero fue finalmente la Policía quien logró identificar al tercer fallecido y a los dos huidos a través de los familiares de los otros dos jóvenes.
Los hechos, según relatan vecinos de la zona, se registraron a las 20:30 (hora portuguesa) del lunes cuando cinco jóvenes, de entre 18 y 20 años, llegaron en un coche al apeadero. Tras saltar una valla se adentraron en la vía y comenzaron a pintar un vagón que se encontraba estacionado.
Dos de los jóvenes fueron arrastrados varios metros y fallecieron en el acto, mientras que los servicios de emergencia intentaron sin éxito reanimar al tercero, localizado una media hora después por la Policía. Sus cuerpos sin vida fueron trasladados a Oporto para ser identificados.
En la zona se encontraba estacionado un vehículo Seat Ibiza con matrícula española en el que los jóvenes se habían desplazado desde Matosinhos hasta Palminlheira. En el lugar fueron encontrados varios esprays que habían sido utilizados por las víctimas para pintar el vagón.
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