La actuación llevada a cabo por la Patrulla Fiscal y Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra fue como consecuencia de una inspección rutinaria que realizaron en un bazar, en la localidad de Marín, en el marco de sus competencias específicas, según informó este sábado el Instituto Armado en un comunicado de prensa.
«Durante la inspección, los efectivos de la Patrulla Fiscal y Fronteras observaron como en las estanterías del local y con fácil acceso al público estaban expuestas para la venta un lote de 104 películas de contenido pornográfico perfectamente diferenciadas por sus portadas», explica la Guardia Civil.
Los agentes observaron que los responsables del establecimiento público tenían ubicadas las películas junto a otros artículos de material escolar y con una disposición en su conjunto a la vista de cualquier persona, incluso al alcance de menores de edad.
Por tales motivos se informó al encargado, presente siempre en el momento de la inspección, que se levantaban dos actas-denuncia por sendas infracciones administrativas: una de ellas a la Ley 55/2007 del cine, que prohíbe la existencia de material pornográfico para su venta, alquiler o suministro al alcance del público en los establecimientos, como es el caso, en el que los menores tengan acceso y la otra, a la Ley 3/2011 de apoyo a la familia y a la convivencia de Galicia que regula la obligación que los poderes públicos de la Comunidad Autónoma de Galicia tienen de apoyar y proteger a las familias y a sus miembros y, en especial, a los niños y niñas y adolescentes.
En el primer caso la denuncia se remitió a la Dirección General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (Madrid) y en el segundo la autoridad competente es la Delegación Provincial del Servicio de Protección de la Familia de la Xunta de Galicia en Pontevedra.
Las películas quedaron precintadas en el establecimiento a disposición de las dos autoridades competentes en la materia.