La Guardia Civil ha denunciado a varios conductores como supuestos autores de delitos contra la seguridad vial, y que fueron interceptados en diferentes puntos de la provincia de Pontevedra entre los meses de marzo y abril.
Según ha informado la Comandancia de Pontevedra, la mayoría de los denunciados habían huido de controles policiales, haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes para que se detuvieran.
Así, el 23 de marzo fue detectado un vehículo en un control de alcohol y drogas en la N-550, en el municipio de Caldas de Reis. El conductor ignoró las indicaciones de los agentes y aceleró, desviándose por una carretera adyacente. Se inició entonces una persecución por distintas calles del casco urbano de la localidad, hasta que se localizó el coche estacionado.
Los agentes observaron cómo sus tres ocupantes salían corriendo del vehículo al detectar la presencia policial. Una vez interceptados, el conductor fue sometido a la prueba de alcoholemia, que dio resultado positivo, por encima del límite penal.
Ese mismo día, agentes de servicio en un vehículo camuflado observaron a un conductor circulando por la VG-4.1 (Sanxenxo-A Lanzada) mientras usaba el teléfono móvil, por lo que dieron el alto. El conductor emprendió la huida a gran velocidad, perseguido por los agentes.
Tras recorrer un tramo de la PO-308 y un de la PO-550, el conductor se detuvo en una vía sin salida en Noalla, donde fue interceptado por la Guardia Civil. El hombre dio resultado positivo en las pruebas de alcohol y drogas
El 6 de abri, en un control de alcohol y drogas en la PO-244, en Ponte Caldelas, la Guardia Civil dio el alto a un vehículo que, lejos de parar, emprendió la huida invadiendo el carril contrario y circulando de forma negligente.
El conductor se desvió hacia una instalación hípica, seguido por los agentes. En la zona, varias personas informaron a los guardias de que los ocupantes del coche habían huido campo a través. Momentos después, fueron encontrados escondidos tras los muros de unas fincas cercanas. Al identificar al conductor, la Guardia Civil comprobó que no tenía el carné en vigor por haber perdido todos los puntos.
El 23 de abril, en un punto de control en la PO-548, en Catoira, la Guardia Civil dio el alto a una motocicleta ocupada por dos personas que se aproximaba a gran velocidad. Al percatarse de la presencia policial, el conductor invadió el arcén y aceleró para rebasar el control.
Tras una persecución a lo largo de varios kilómetros, en los que el conductor circló de forma «manifiestamente temeraria» (llegando a circular en sentido contrario por una glorieta), fue interceptado y denunciado.