La Xunta de Galicia ha confirmado este 27 de agosto la detección de cinco nuevos focos de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en aves silvestres, los primeros casos registrados en la comunidad autónoma este año. Los ejemplares afectados, cuatro gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y una gaviota sombría (Larus fuscus), fueron localizados en las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra.
Cinco casos en tres provincias
Los cinco ejemplares afectados fueron encontrados en distintos puntos de Galicia: cuatro gaviotas patiamarillas en Arteixo, Abegondo y Miño (A Coruña) y Foz (Lugo), y una gaviota sombría en Bueu (Pontevedra). Según la Consellería do Medio Rural, los animales fueron trasladados a los Centros de Recuperación de Fauna Silvestre de Oleiros (A Coruña), Carballedo-Cotobade (Pontevedra) y O Veral (Lugo) para su análisis. Las muestras, procesadas en el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), confirmaron la presencia del serotipo H5N1, un virus de alta patogenicidad que, sin embargo, no ha demostrado capacidad zoonótica, es decir, no representa un riesgo de transmisión a humanos.
Los cadáveres de las aves fueron eliminados conforme a la normativa vigente, y la Xunta ha comunicado los casos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a través de la Rede de Alerta Sanitaria Veterinaria. Al tratarse de aves silvestres, estos focos no implican restricciones adicionales a las ya existentes en Galicia, aunque sí han llevado a un llamamiento para reforzar las medidas de bioseguridad en el sector avícola.
Sin restricciones adicionales, pero con máxima vigilancia
Galicia no cuenta actualmente con medidas de restricción específicas más allá de las aplicadas en las denominadas Zonas de Especial Riesgo, que incluyen municipios como Cambados, O Grove, A Illa de Arousa, Meaño, Ribadumia, Sanxenxo y Vilanova de Arousa en Pontevedra; Cerceda, Ordes y Tordoia en A Coruña; y Xove en Lugo. Estas zonas, identificadas por su alta densidad de aves silvestres y explotaciones avícolas, están sujetas a medidas preventivas como la regulación de la cría al aire libre y la limitación de concentraciones de aves, como ferias o mercados.
La Consellería do Medio Rural revisa semanalmente la situación epidemiológica, basándose en indicadores de riesgo, y no descarta ajustar o ampliar estas medidas si la evolución de los casos lo requiere. La detección de estos focos en aves silvestres, aunque no implica un cambio inmediato en las restricciones, pone de relieve la necesidad de mantener una vigilancia constante, especialmente en un contexto de cambio climático que favorece la propagación de enfermedades entre especies migratorias.
La importancia de la bioseguridad en el sector avícola
Galicia, una de las regiones con mayor producción avícola de España, con más de 3.000 explotaciones y un aporte significativo al PIB regional, enfrenta el desafío de proteger su sector frente a la gripe aviar. La Consellería ha insistido en la importancia de reforzar las medidas de bioseguridad, tanto en granjas industriales como en explotaciones particulares. Estas incluyen evitar el contacto entre aves domésticas y silvestres, reforzar la limpieza de instalaciones y monitorizar cualquier signo de enfermedad en los animales.
“La detección de estos casos en aves silvestres es una señal de alerta para el sector. Debemos intensificar la vigilancia y garantizar que cualquier sospecha se comunique de inmediato a los servicios veterinarios”, señaló un portavoz de la Consellería. Los ciudadanos pueden reportar hallazgos de aves enfermas o muertas al número 012, mientras que los profesionales del sector deben contactar directamente con los Servicios Veterinarios Oficiales. La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático también ha recomendado no manipular aves silvestres encontradas, como medida básica de precaución.
Un virus sin riesgo humano, pero con impacto ecológico
El serotipo H5N1 detectado en estas gaviotas no tiene capacidad zoonótica conocida, lo que descarta un peligro directo para la población. Sin embargo, su presencia en aves silvestres plantea preocupaciones para el equilibrio ecológico y la salud de las poblaciones de aves en Galicia, especialmente en áreas costeras como las de Bueu, Arteixo o Foz, donde las gaviotas son una especie común. La influenza aviar puede propagarse rápidamente entre aves migratorias, afectando no solo a las poblaciones silvestres, sino también al sector avícola si no se controla adecuadamente.
En Pontevedra, la detección del caso en Bueu ha generado especial interés, dado que la comarca de O Morrazo es un punto clave para la observación de aves marinas. Los centros de recuperación de fauna, como el de Carballedo-Cotobade, desempeñan un papel crucial en el monitoreo de estas especies, ayudando a detectar brotes y proteger la biodiversidad de la región.
La detección de estos cinco focos marca el inicio de una nueva fase de vigilancia en Galicia, que busca evitar que la influenza aviar afecte a sus explotaciones avícolas, un sector que genera miles de empleos directos e indirectos. La Xunta, en colaboración con el MAPA, continuará monitoreando la situación, con especial atención a las Zonas de Especial Riesgo en Pontevedra, A Coruña y Lugo. La experiencia de años anteriores, como los brotes de 2022 que afectaron a granjas en otras regiones de España, refuerza la importancia de actuar con rapidez y coordinación.
La detección de estos casos recuerda la fragilidad de nuestro entorno natural y la necesidad de protegerlo, un desafío que requiere la colaboración de todos para preservar tanto la biodiversidad como la economía gallega.