Ante un salón de plenos abarrotado y con numerosa presencia de público y medios de comunicación de Vigo, la concejala se convirtió en la primera mujer que alcanza la máxima responsabilidad de la institución provincial. El pacto con el BNG permite así debancar a Rafael Louzán y al PP, partido que gobernaba la Diputación desde 1983.
Una cita de Bob Dylan y de su famosa canción «The times they are a-changin» sirvió a Carmela Silva para abrir un discurso en el que predominó el espíritu del cambio. «Abriremos portas e fiestras para que entren aires claros, queremos ser a garantía dunha forma distinta de facer política, un modelo ancorado no pasado, presidencialista, basado na subvención que propicia o clientelismo e obligan aos concellos a esar supediados ás deputacións. É a institución da intermunicipalidade e non da supramunicipalidade. Ese modelo ten os días contados», aseguró.
Silva rechazó lo que denominó como política «clientelista, electoralista, sectaria, ineficiente e ineficaz». La nueva presidenta se mostró optimista a la hora de analizar el futuro de la economía de la provincia y añadió que la Diputación «ten que estar ao servizo dos concellos». «Estamos dispostos a un cambio radical», aseguró.
«En esta Deputación pensouse demasiado nas próximas eleccións e non nas próximas xeracións», dijo Carmela citando a Winston Churchill antes de cerrar su intervención con unos versos de Miguel Hernández.
Louzán no habló
Rafael Louzán no ejerció su derecho al uso de la palabra y fue Nidia Arévalo, alcaldesa de Mos, la encargada de responder a Silva. «Gobernarán os que non creían nas deputacións; nos creemos na institución provincial sen localismos porque estivo pegada ás necesidades dos concellos. O PP deixa unha deputación solvente sen diferencias nin discriminacións políticas», señaló. «Non vamos a permitir un paso atrás, o que suporía un gran fraude», aseguró. Arévalo pidió el voto para Louzán por ser la lista más votada y reclamó a PSOE y BNG que «non destrúan o legado que deixa o PP».
Los votos de socialistas y nacionalistas pusieron fin a los discursos y proclamaron a Carmela Silva como nueva presidenta de la Diputación de Pontevedra. En su primer discurso como máxima responsable, Silva afirmó que «gobernaremos para todos, pero máis para quen máis o necesita». Promoción de empleo, derechos de las mujeres y servicios sociales fueron los «pilares» que la nueva presidenta mencionó en la nueva etapa.
Promesas, juramentos… e independentistas
Ángel Moldes (PP) e Isaura Abelairas (PSOE) formaron la mesa al tratarse de los diputados de menor y mayor edad, respectivamente. La concejala socialista viguesa fue la encargada de abrir la sesión y destacó la llegada de una mujer a la Presidencia de la institución provincial. «En 1999, por primeira vez unha muller foi deputada provincial; hoxe, por primeira vez na historia unha muller preside a Deputación».
Todos los diputados juraron o prometieron el cargo, excepto el representante de Marea de Vigo, Xosé Lois Jácome, que varió su discurso, tal como había hecho al tomar posesión de su acta en el Concello de Vigo, y añadió que no renunciaría a sus valores «independentistas y republicanos».
En el turno de presentación de candidaturas, tan solo PSOE y PP ejercieron su potestad para postular a Carmela Silva y Rafael Louzán. A continuación, el BNG sí decidió tomar la palabra y su diputado César Mosquera comenzó definiendo la Diputación como un «organismo anacrónico» y recomendó a los corporativos «humildade». «Non é recomandable utilizar a soberbia e ocurre moitas veces que predominan as competencias locais. Debemos respetar a autonomía municipal», afirmó.