Galicia se despide del mes de agosto con más de 230 hectáreas de monte afectadas por incendios forestales, una cifra muy superior a la registrada durante el resto del verano.
Y es que, en base a los datos publicados por la Consellería de Medio Rural en sus redes sociales, durante junio y julio apenas se notificaron incendios y los registrados fueron, además, de pequeña extensión.
Agosto, sin embargo, ha elevado la media con cinco fuegos de envergadura, tres de ellos en la provincia de Ourense y dos en la de Pontevedra.
El más grande fue el registrado el 23 de agosto en A Gudiña, extinguido dos días después tras calcinar más de 75 hectáreas. El fuego se originó en torno a las 17,34 horas en la parroquia de Pentes y ahora mismo afecta a una zona entre San Lázaro y Erosa.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de A Gudiña, Néstor Ogando, se mostraba confiado en el rápido control del fuego por parte de los medios desplazados.
Señalaba que la primera zona en acotarse fue la lateral e insistía en la buena evolución del dispositivo de extinción. Con todo, el tráfico entre los kilómetros 138 y 139 permaneció cortado varias horas por su proximidad al incendio.
Incendio en San Cristovo de Cea
El incendio que afectó el 20 de agosto a San Cristovo de Cea quemó casi 60 hectáreas (58 ha, concretamente). El fuego se originó en la parroquia de Oseira alrededor de las 16.24 horas.
El alcalde, José Luis Valladares, en declaraciones a Europa Press, se mostraba tranquilo, dado que la situación estaba «relativamente controlada». Además, no llegó a presentar peligro para los vecinos, ya que los núcleos de población se encontraban «bastante alejados» de las llamas.
Además de los medios desplegados por la Consellería de Medio Rural, en las labores de extinción ha participado una dotación de bomberos de Estonia, en formación y para los que este es su primer incendio.
Según pudo saber Europa Press, este grupo de 20 bomberos llegó a Galicia el pasado día 25 de julio para realizar entrenamientos y volverán a Estonia el próximo día 30.
Una semana más tarde, este mismo municipio volvió a ser víctima de las llamas, esta vez con un incendio que afectó a unas 30 hectáreas. La Xunta de Galicia confirmaba que el fuego, que se inició a las 17.21 en la parroquia de Oseira, era una reproducción del que se registró siete días antes.
En el dispositivo de extinción de este fuego volvió a colaborar el destacamento de Estonia.
La localidad pontevedresa de Ponteareas también se vio afectada por los incendios forestales. Concretamente, el 16 de agosto se registró un foco en la parroquia de Paredes, alrededor de las 18.55 horas. Afectó a 40,72 ha según las estimaciones de la Consellería de Medio Rural.
Intencionalidad en San Cibrao das Viñas
Aunque con una afectación mucho menor que los otros fuegos, un incendio ha destacado este agosto por su naturaleza, con tres focos distintos, en San Cibrao das Viñas (Ourense), cerca de la A-52.
Según explicaba a Europa Press la alcaldesa de la localidad, Marta Novoa, el 22 de agosto se registraron dos focos en torno a las 18.30 horas, en el lugar de Barreiros, cerca de las obras del AVE y en una zona de naves industriales, y en Outeiro Calvo.
Precisamente, poco tiempo después y próximo a este último punto, se originó un tercer foco.
Unas seis hectáreas se acabaron viendo afectadas y, visto el nacimiento del fuego, la propia alcaldesa deslizaba la idea de una posible intencionalidad.
Casi 450 hectáreas en abril
Si bien agosto supera en mucho la hectáreas arrasadas por el fuego en comparación al resto del verano, continúa lejos de los datos del mes de abril, en el que se vieron afectadas por incendios forestales casi 450 hectáreas.
Entre los fuegos notificados, destacan el del ayuntamiento coruñés de Rois, originado en la parroquia de Leroño y que afectó a unas 124 hectáreas, y el registrado en Crecente (Pontevedra), que nació en la parroquia de Angudes y afectó a unas 170 hectáreas, siendo uno de los más importantes del año en Galicia.
El de mayor extensión fue el que afectó en febrero al municipio lucense de Trabada y que quemó unas 190 hectáreas.
