La Xunta de Galicia completó este verano los trabajos de recuperación y puesta en valor de los puentes colgantes de Calvelo, Soutomaior y O Xirimbao, localizadas en espacios naturales emblemáticos de las provincias de Pontevedra y A Coruña y en las que invirtió un total de 220.000 euros.
Así lo anunció la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, que visitó precisamente una de estas pasarelas, la de Calvelo, en el municipio de Cerdedo-Cotobade, para comprobar en persona el resultado de los trabajos acometidos en esta infraestructura de 30 metros de longitud.
La conselleira explicó que este tipo de intervenciones son «buenos ejemplos» de que la Xunta trabaja con una visión estratégica que busca vertebrar el territorio, mejorar la calidad de los espacios naturales y hacer del patrimonio natural de Galicia un motor de dinamización local.
De hecho, Ángeles Vázquez consideró que apostar por este tipo de puentes es apostar también por la movilidad sostenible, el senderismo, el turismo verde y de calidad y la cohesión territorial del rural.
En este contexto, precisamente, la conselleira enmarcó el encargo realizado el año pasado por su departamento para rehabilitar, además del ya mencionada, el puente colgante de O Xirimbao, que conecta los ayuntamientos de A Estrada y Teo atravesando el río Ulla y en el que se invirtieron 91.000 euros, y la pasarela colgante de Soutomaior sobre el río Verdugo, a la que se destinaron 60.000 euros.
En cuanto a las actuaciones acometidas por la Xunta en el puente de Calvelo, que tuvieron una duración de siete meses y una inversión de 70.000 euros, comenzaron en noviembre del año 2024 y finalizaron el pasado mes de junio. En este período, se repararon los apoyos de hormigón de la estructura, se acometió la limpieza de cajeados y el engrase de las poleas guía, se sanearon y se sustituyeron elementos metálicos y los tableros de madera y se instaló un panel informativo sobre la normativa a cumplir, entre otros trabajos.
Localizada en un enclave singular dentro de Red Natura 2000, la pasarela, suspendida a unos 18 metros sobre el curso fluvial, es el único punto de unión entre las dos márgenes del río Lérez en varios kilómetros y constituye también un elemento de gran valor patrimonial y etnográfico para esta zona. Por eso, la conselleira resaltó que tanto a la hora de redactar el proyecto como de ejecutar las obras se primó la integración paisajística de la infraestructura con el entorno natural y la mejora de la seguridad de los usuarios.
Además y en el marco del plan anual de operaciones de este año en la provincia de Pontevedra, anunció que la Consellería está tramitando un nuevo encargo en esta misma zona que facilitará los accesos hasta el puente colgante de Calvelo con la construcción de una rampa hecha a base de pasos descansados de madera reciclada en un tramo del sendero en el que actualmente no hay ningún tipo de plataforma. Con un presupuesto estimado de cerca de 30.000 euros, la responsable autonómica indicó que la previsión es que esta actuación esté ejecutada antes de que finalice el año.