La popularidad de la Navidad de Vigo alcanza lugares inimaginables, como los mupis que ha instalado el Concello en Japón, pero algunos de ellos nada tienen que ver con las campañas de mercadotecnia del ayuntamiento, como el guión del último vídeo de los cómicos conocidos como Pantomima Full.
El sketch, protagonizado por Alberto Casado y Carmen Romero presentan a una pareja que camina entre las luces navideñas del centro de Madrid y en cuyo discurso se adivina la misma ilusión por la Navidad que la que el muestra el funcionario prejubilado por estampar sellos en documentos oficiales.
Aseguran que han ido al centro a pasar el rato, y que es una alternativa a ir a las Navidades de la ciudad olívica: Miramos de ir a Vigo, pero entre el tren y el tren no salía por unos 600 euros, dice ella. Una pasta, dice él. Pero por lo visto son las mejores, dice ella. Sí, tienen que estar bien, pero el año que viene con una oferta o cogiéndolo con tiempo, dice él. Mejor, cierra ella
Sobre esta conversación, un letrero sobreimpreso en el que el espectador puede leer. «Ambiciones: ir a Vigo».
Esta pareja, como le sucede a muchos españoles, se esfuerza por disfrutar de la Navidad, pero hace tiempo que se han rendido. Se quejan de las colas que hace la gente para comprar lotería, tienen claro que salir a cenar en Nochevieja «es un timo»; se hacen regalos en los que impera el espíritu práctico, que han acordado entre ellos previamente, y afirman que antes sí, pero que ahora en Nochebuena, a las doce de la noche, están en cama.
La Navidad, como humor y sin él, es una experiencia que cada quien vive a su manera, y no es obligatorio estar feliz, aunque más vale parecerlo.
























