El tema de los váteres no es un tema menor, sobre todo durante las fechas navideñas. Precisamente, durante la Navidad de Vigo, que comienza mucho antes de lo que resulta razonable y luego siempre se prolonga un poco más de lo que todos desean, el propio Concello presume de llenar la urbe de visitantes, sobre todo el centro de la ciudad. La gente forastera abarrota las calles y plazas mientras los nativos escapan o se quedan en casa porque ya no tienen sitio en la calle. Así las cosas, toda esa gente que está de visita tiene sus necesidades fisiológicas y muchas personas acuden para evacuar a los establecimientos de hostelería, que ven como sus baños se desbordan. Algunos locales deciden exigir alguna consumición para poder utilizar los servicios, pero el problema es tan grande que llegará el momento en que pongan cerradura con clave a las puertas de los baños, como en muchos establecimientos hosteleros de la ciudad de Londres, de tal modo que la clave, que se cambia todos los días, viene en el propio ticket de la consumición. Está claro que la hostelería de la ciudad de Vigo no puede asumir las necesidades evacuatorias de todos los visitantes. Por tal motivo, el Concello de Vigo, consciente del problema, ha montado unos váteres públicos en algunas localizaciones, como puede comprobarse en esta fotografía tomada en la Ronda de Don Bosco, en las proximidades de la Rúa Príncipe. Se trata de unos váteres que seguramente resultarán insuficientes, pero que constituyen un paso adelante para la solución, porque cada año aumenta el número de personas que visitan la ciudad de Vigo, miles y miles de visitantes que consumen, pero que también evacúan.

























