La ciudad de Vigo ha ganado ya, desde este viernes, un nuevo espacio público en pleno centro urbano. Uno de los rincones más abandonados y degradados del Casco Vello ya luce con otra imagen completamente distinta y, además, recuperando uno de los elementos más emblemáticos de la misma.
La plaza del Paseo de Alfonso ha recuperado su esplendor -a pesar del día gris que acompaña la jornada de este viernes- gracias a la reforma de un antiguo local municipal ubicado en la parte baja de la calle Santiago. Con ella, se incluía una renovación y lavado de cara de la esquina de la plaza, olvidada desde hace años pese a convertirse en un punto de encuentro para locales y visitantes, dando así un nuevo aire al entorno.
Y además, la obra incluía una pequeña sorpresa: la recuperación del agua de la antigua fuente del Paseo de Alfonso, datada en el año 1978 y que consiguió recuperar su agua y su función allá por el año 2007 pero que, en los últimos tiempos y tras las excavaciones arqueológicas en el ámbito del Olivo, volvía a estar seca.
Más allá de su función ornamental, pues está catalogada por Patrimonio -como toda la zona del Paseo y del barrio antiguo- cuenta con un interés arquitectónico, histórico y urbanístico alto y un nivel dos de protección integral. De hecho, está levantada justo donde antaño se encontraba la antigua Puerta de A Falperra, que conformaba el recinto amurallado de Vigo.
Considerada una pieza «interesante» al estar construida en piedra trabajada con un eje principal de cuatro caras, la fuente está rematada por una salida de agua en ‘chafarís’ que, desde este mismo viernes, ya vierte hacia el vaso situado en la base.
En su momento, tuvo problemas de impermeabilización en todo su interior, esperando que tras la reforma actual, queden solventadas por completo y se pueda disfrutar de la función original de la fuente pero que, aún así, seguirá siendo ornamental.




Con todo, la reforma que hoy remata -ejecutada por la empresa Omain Construcciones- supuso una inversión de 113.000 euros y un plazo final de siete meses a pesar de que se contemplaba un periodo de tres.
Las obras comenzaron en el mes de mayo y, ahora, a las puertas del encendido de la Navidad de Vigo y en un entorno ya rodeado de luces y elementos de decoración navideña, resurge una nueva placita en uno de los rincones con mayor encanto de la ciudad para contemplar las vistas sobre la Ría y que, a día de hoy, sigue sin nombre de forma oficial aunque sí de forma oficiosa.
Praza da Oliveira fue el elegido tras la consulta popular iniciada este año por la Asociación Vigo Histórico a través de las redes sociales y por la que se decantaron los internautas. Ahora solamente haría falta que desde el Concello de Vigo y el alcalde Abel Caballero lo hiciesen oficial. Sin embargo, a través de un audio remitido a los medios de comunicación al respecto de la puesta en funcionamiento de la plaza, nada dijo el regidor al respecto.






















