El BNG ha insistido este jueves en demandar al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que retire su proyecto de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) por “injusto, restrictivo y socialmente regresivo”, el cual, además, supone «una fórmula ineficaz e ineficiente para reducir de verdad la contaminación”.
Así lo ha señalado su portavoz, Xabier Pérez Igrexas, quien ha celebrado que el modelo de multas definido por el Gobierno municipal no haya entrado aún en vigor, como estaba previsto este noviembre.
“Vigo no necesita un sistema de sanciones que sirven más para recaudar que para transformar”, ha subrayado el portavoz de los nacionalistas, que ha calificado de «mala copia de Madrid Central» el modelo que pretende implantar Abel Caballero en la ciudad olívica y que ha abogado por un proceso participativo para diseñar una alternativa.
La apuesta del Bloque pasa por reducir el uso del vehículo privado, dando alternativas reales con la mejora del transporte público y la promoción de la movilidad peatonal y ciclista. Un modelo, ha dicho Pérez Igrexas, que está recomendado por voces expertas como la Red de Ciudades que Caminan: hacer de todo Vigo una ZBE.
Eso supondría eliminar las restricciones por tipología de vehículo que, criticó, privilegian aa aquella ciudadanía que se puede permitir un coche eléctrico o híbrido mientras “castiga con sanciones” a una amplia mayoría social.
Proceso
De cara a definir esta alternativa, desde el Bloque piden iniciar un proceso de participación en busca de un consenso en lugar del modelo que “pretende imponer” el alcalde. En este sentido, solicita la convocatoria de los Consejos Sectoriales de Transporte, Accesibilidad, Medio Ambiente y el Consejo Social de la Ciudad para diseñar “medidas reales y efectivas” para reducir el tráfico y las emisiones en la ciudad.
Desde el Bloque defendieron la necesidad de una transición ecológica “que no deje ninguna persona atrás” y que apueste por una “movilidad alternativa para transformar la ciudad y ganar en calidad de vida”, en el camino de avanzar hacia un Vigo “más habitable, saludable, sustentable y mucho más verde”.
Recordaron la ese respeto que la ciudad tiene el parque móvil más grande de todas las ciudades de la península, con 1,5 vehículos por cada 2 habitantes, con 300 mil desplazamientos cada día que producen 600.000 toneladas de CO2, “insoportables” niveles de ruido y casi 2. 500 accidentes de tráfico al año. “Del que se trata es de reducir el uso del coche y no el relevo de vehículos de combustión por eléctricos”, remachó Igrexas.























