Las islas Cíes son el paraíso soñado para muchos visitantes. Pero también para muchos vigueses y viguesas que cada año no se quieren perder el disfrutar de la joya de la corona del Parque Nacional Marítimo Terrestre Illas Atlánticas.
Y esto fue lo que le pasó a Rosa Jorge Cea, una viguesa de 75 años que está «delicada de salud» y que esta semana se «reencontró» con sus islas. Y es que la historia de esta mujer es para enmarcar ya que fue voluntaria del parque nacional durante más de 10 años, cuando visita la isla para limpiarla y conservarla.
Esta semana, trabajadores del parque nacional hicieron posible que volviese a recorrer el archipiélago, pero esta vez en coche, y tras más de cuatro años que no pisaba la ‘isla de los Dioses’. Con todo, sus «achaques» no le impidieron viajar hasta Cíes acompañada de su hija Rosa para volver a emocionarse y disfrutar el paraíso único.
«Estaba como una niña… lo que disfrutó«, señalan desde el parque nacional, viviendo además un momento «lleno de emoción y gratitud» al parar con un grupo que realizaba una visita guiada y explicarles al monitor y a los participantes quién era esta mujer y lo que realizó durante una década de dedicación a las islas. «Me vais a hacer llorar», les decía a los visitantes tras el aplauso que le dieron.
Se trató así de una emotiva visita más allá del turismo que año tras año invade el archipiélago. Rosa era voluntaria del grupo intergeneracional, regresando así a ese «rincón natural que cuidó con dedicación y amor durante su etapa de colaboración», destacan desde el parque.
El equipo de trabajadores la recibió con los brazos abiertos, acompañándola en una visita de inspección que fue mucho más que técnica. «Fue un reencuentro con la memoria, el compromiso y el vínculo profundo que se crea cuando se trabaja por la conservación de un entorno tan valioso», subrayan.
«Cada paso por los senderos, cada mirada al horizonte marino fue un recordatorio de su implicación en mantener vivo este tesoro natural«, explican desde la dirección del Parque Nacional, agradeciendo el «cariño y entrega» que llevó a cabo. «Gracias por recordarnos que proteger la naturaleza también es un acto de amor. ¡Las Islas Atlánticas siempre serán tu casa!», son las palabras que le dedican desde el parque.