Las obras de humanización de la Avenida de Madrid están provocando importantes quebraderos de cabeza a los conductores que cada día tienen que entrar o salir de Vigo por una de las principales vías de circulación de la ciudad.
Los atascos suelen ser puntuales en momentos concretos pero, en hora punta, cada vez se repiten más. Como este mismo jueves, cuando el tráfico lento supera ya los 10 minutos de espera en los carriles que descienden desde Praza de España, según los datos de la web de Tráfico del Concello y, más concretamente, desde el cruce de San Roque y hasta la zona del Seminario. Incluso una patrulla de la Policía Local se desplazó hasta el punto para regular la circulación.
Desde Praza de España hasta San Roque el tráfico era un poco más fluido. Mientras que en los carriles de entrada a la ciudad la situación era similar. Todo desaparecía una vez que se superaba este punto crítico de la vía.
De hecho, a la altura de la tradicional panadería Picho, donde se encuentran unos de los últimos semáforos de la vía, hace pocos días que se eliminó la posibilidad de giro a la izquierda desde el carril de servicio para poder volver a dirigirte en dirección subida hacia la Avenida de Madrid y por el carril más cercano a los concesionarios de coches.
La alternativa pasa por continuar hasta el punto de cruce de intersecciones con el camino da Raposeira y la rúa do Gandarón, en la confluencia de los supermercados Lidl y Alcampo. Y es en este punto donde se forma el colapso y el cuello de botella a lo largo de los carriles de bajada y subida de la vía.