Llevan allí, junto al hotel Bahía, en la entrada de Baixada á Fonte que conduce al mercado de las ostras, más años de los que muchos vigueses pueden recordar. Pero se acabó. Hasta aquí han llegado las pérgolas junto a la calle Cánovas del Castillo. Ha llegado el momento de su demolición.
Lo ha anunciado el Concello en sus avisos de tráfico. Advierte que durante una semana estará cerrada al tráfico la calle Cánovas del Castillo, por Baixada á Fonte a causa de las obra de demolición de las pérgolas.
Pueden pasar, como suele suceder en estos casos, los vehículos que lo necesiten para acceder a garajes particulares, los vehículos de servicio público y los de carga y descarga. Las molestias durarán menos de una semana. Después desaparecerán las vallas que ahora rodean las pérgolas y las propias pérgolas, y con ellas, parte de la historia reciente de Vigo.
Porque esas pérgolas las recordarán bien quienes en las décadas de 1980 y 1990 compraban en la zona ‘tabaco de batea’. Eran tiempos ciertamente más permisivos. Con los vicios y con el contrabando.
Más tarde, esa zona fue habitualmente ocupada por vendedores ambulantes de origen subsahariano. Vendían copias baratas de bolsos de marca. También ropa de imitación y paraguas y cachivaches varios.
Todo eso se acabó. De la demolición se encarga la empresa Civis Global y esta actuación se enmarca en el contrato de servicio de mantenimiento de infraestructuras viarias que ha firmado con el Concello.