La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado este lunes que se detectaron niveles «extremadamente altos» de radón en el edificio de la Agencia Tributaria (AEAT) en Tui (Pontevedra), por lo que ha solicitado la «suspensión inmediata de las actividades» en las instalaciones.
El sindicato ha trasladado en un comunicado que los altos niveles de radioactividad fueron confirmados por los responsables del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) durante la reunión del Comité de Seguridad y Salud de la Administración General del Estado (AGE), también este lunes, en Pontevedra.
En este sentido, CSIF ha advertido de que los valores de radón «representan un riesgo grave para la salud de los trabajadores» y así ha «exigido la interrupción de las actividades presenciales de los trabajadores en el edificio».
Según el sindicato, la suspensión del trabajo en las instalaciones debe mantenerse «hasta que se adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad y reducir la exposición a este gas radiactivo».
☢️‼️ CSIF exige suspender de inmediato la actividad presencial en la administración de la Agencia Tributaria en Tui por niveles críticos de RADÓN.
🚨😷 Los valores detectados representan un riesgo grave para la salud de los trabajadores. @CSIF_PRL https://t.co/yVZl2nwo49— CSIF Galicia (@GaliciaCsif) September 29, 2025
Reiteradas advertencias
El sindicato ha subrayado que la situación en el edificio en Tui «pone de manifiesto el incumplimiento de las recomendaciones sobre seguridad en este tipo de instalaciones», pese a las «reiteradas advertencias» de la central sindical.
«Los niveles ahora confirmados superan ampliamente los límites legales y representan un riesgo grave para la salud de los trabajadores, incluyendo la posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón tras una exposición prolongada», ha expuesto.
Por ello, tal y como explican desde el sindicato, «el radón es un gas radiactivo natural procedente de la desintegración del uranio». Al aire libre, el gas no supone un peligro, pero dentro de los edificios se acumula y se adhiere a partículas respirables que se fijan en pulmones y vías respiratorias.
Además, la central sindical ha destacado que «desde el 20 de junio de 2024 existe una normativa que obliga a las instituciones públicas a medir los niveles de radón en centros de trabajo situados en plantas bajas o bajo rasante de municipios prioritarios».
Medidas de mitigación
Para mitigar esta situación, CSIF ha incidido en que es necesario adoptar medidas que incluyen «mejorar la ventilación, sellar grietas y agujeros en paredes y suelos, instalar sistemas de extracción de aire y construir barreras físicas para impedir la entrada del gas».
Asimismo, el sindicato ha advertido de la «responsabilidad legal de los responsables de las instalaciones en caso de daños a la salud de los trabajadores, incluyendo posibles sanciones económicas y penas de prisión por incumplimiento de la normativa de seguridad y salud laboral».