El servicio de Guardacostas de Galicia se ha incautado en sólo una semana, en varios intervenciones, de 2.250 cacharros y de 194 kilos de pulpo ilegal en el entorno de A Guarda, que han sido devueltos con vida al mar.
Los cacharros son un arte de pesca prohibida, muy utilizada en Portugal, y todo el año pasado Guardacostas de Galicia se incautó de 2.234 de estos aparatos, también llamados alcatruces o cadufos. En muchas ocasiones en el interior de los cacharros hay hembras custodiando las huevas por lo que se pone en riesgo el ciclo reproductivo y la conservación de este importante recurso pesquero.
Por otra parte, este tipo de aparatos, al ser irregulares, no están identificados, lo que dificulta la labor de los agentes para identificar a los presuntos infractores.
Además, estas prácticas suponen una competencia desleal para el sector profesional que captura esta especie en el marco del correspondiente plan de gestión y también ponen en riesgo a conservación de esta especie en la comunidad.
Desde el servicio de Guardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería del Mar, trabajan en la detección de estas artes de pesca mediante operativos periódicos por todo el litoral gallego.