La vivienda en la ciudad de Vigo se ha convertido en inalcanzable para los ciudadanos de a pie. Es una realidad que se puede comprobar fácilmente en los anuncios inmobiliarios. Guste o no a las autoridades, la inmensa mayoría de las construcciones que están en marcha en la ciudad de Vigo son de viviendas de lujo, con unos precios desorbitados.
En cambio, las promesas relacionadas con las viviendas sociales no llegan para cubrir las demandas. A la ciudadanía le da igual que la culpa la tenga el Concello o la Xunta de Galicia; lo que quiere la ciudadanía es que el problema de la vivienda tenga una solución real.
Los precios de la vivienda en la ciudad de Vigo siguen creciendo, tanto las de venta como las de alquiler. Además, la falta de control sobre los pisos turísticos también contribuye a que el negocio del ladrillo siga pisando un derecho fundamental como es la vivienda digna. Una cosa son las palabras y las promesas, y otra, bien distinta, es la realidad.